Llegan las vacaciones y en las playas aparecen los colectivos llenos, bajan cientos de niños y niñas. También adolescentes y adultos disfrutan en parques e instalaciones públicos y privadas. El verano parece ser de todos, el tiempo de todas. Juegos, canciones, talleres y caminatas. Pantallas, bailes, fogones, almuerzos y meriendas.

Imágenes que contrastan con hogares donde el salario no ha llegado, provincia rica sin dinero que golpea a los más débiles aún si están tirados en el suelo. Triste noticia en Gualjaina, al “Doctor” tampoco se lo respeta. TERMINA DE LEER ESTA NOTA HACIENDO CLICK ACA

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