Cuando la FIFA confirmó que Rusia sea la sede de Mundial 2018 -en diciembre de 2010 en Zúrich, Suiza-, varios jugadores, entrenadores y simpatizantes de fútbol reaccionaron con la misma frase, como suele suceder en este tipo de elecciones, cuando el mundo, por pocas horas, habla el mismo idioma: “¡Nos vamos a morir de frío!”.
Pero como siempre hay una excepción a la regla, no todos pensaron lo mismo. Había una persona (en aquel momento) entrenando en las canchas del country City Bell que no estaba en sintonía con el pensamiento general: Gabriel Mercado.
Si bien el defensor actual del Sevilla no tenía la certeza de que ocho años más tarde sería convocado para disputar el mundial, anhelaba con formar parte del seleccionado argentino que viajaría a Brasil 2014 y Rusia 2018, respectivamente.
Ya son 45 los equipos clasificados para los playoff
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