Según un estudio, el coronavirus podría provocar un daño "irreversible" en el cerebro
"Niebla mental”, dificultad para concentrarse y problemas de memoria fueron algunas de las afecciones encontradas en el estudio que analizó a 785 personas infectadas y no infectadas.
Una investigación de la Universidad de Oxford dio a conocer preocupantes datos sobre cómo el coronavirus afecta a las personas.
Realizado a partir del análisis de personas mayores de 50 años con un caso leve del virus originado en Wuhan, China, el estudio reveló que la enfermedad podría causar tener daños “irreversibles” como “niebla mental”, dificultad para concentrarse y problemas de memoria en quienes la padecieron.
785 personas, infectadas y no infectadas, participaron de la investigación a través del sometimiento a dos escáneres cerebrales con 38 meses de diferencia. 401 de ellos habían dado positivo entre las dos exploraciones, y en elos se encontraron los mencionados efectos en el cerebro, registrados en promedio, 4,5 meses después de la infección.
Una mayor reducción en el grosor de la materia gris y un daño tisular en regiones del cerebro asociadas con el olfato fueron las principales afecciones detectadas. Los efectos en esta línea, en comparación con los participantes no infectados, cambiaron entre un 0,2% y un 2%.
Por otro lado, evidencia de pequeñas hemorragias, daño neuronal y muerte fueron halladas también en personas que no habían pasado por una fase grave de la enfermedad.
"A pesar de que la infección fue leve para el 96% de nuestros participantes, vimos una mayor pérdida de volumen de materia gris y un mayor daño tisular en los participantes infectados. También mostraron una mayor disminución en sus habilidades mentales para realizar tareas complejas, y este empeoramiento mental estaba relacionado en parte con estas anomalías cerebrales”, afirmó al respecto la autora principal del estudio, la profesora Gwenaëlle Douaud.
El profesor Stephen Smith, por su parte, agregó que "el hecho de que tengamos la exploración previa a la infección nos ayuda a distinguir los cambios cerebrales relacionados con la infección de las diferencias que pueden haber existido previamente en sus cerebros. La evidencia se está acumulando”.