Un hombre estadounidense vivió 17 años de terror, luego de haber sido condenado por vestir ropa similar a la de un asesino.

El hecho ocurrió en 2004, y tuvo como protagonista a David Morris, quien fue apresado cuando era adolescente acusado de cometer un asesinato en Baltimore.

El joven fue detenido luego de que un testigo asegurara haberlo visto en zonas aledañas a donde se cometió el crimen, y destacara que vestía un abrigo similar al del hombre que mató de tres disparos en la cabeza a Mustafa Carter.

David Morris junto a su pareja.
David Morris junto a su pareja.

Más allá de su declaración inicial, durante el juicio llevado a cabo un año después el testigo cambió su declaración, y aseguró que no podía identificar a Morris como el autor del crimen. Pese a esto, y a que tiempo después se supiera de que había dos testigos más que nunca declararon en la causa, la Justicia declaró al joven como culpable, y lo condenó a 50 años de cárcel.

Desde ese entonces Morris había comenzado una interminable lucha para demostrar su inocencia, hasta que la organización Proyecto Inocencia del Atlántico Medio logró revisar el juicio por sus inconsistencias.

A través de pruebas físicas y de ADN lograron demostrar que el detenido no tenía nada que ver con el asesinato, y lograron que el joven fuera exonerado 17 años después de haber entrado a prisión.

''Este caso ejemplifica la naturaleza dañina de las fallas históricas del sistema de justicia penal y nuestro deber como fiscales de abordar los errores del pasado'', aseguró la fiscal de la causa,  Marilyn Mosby, previo a pedir disculpas al hombre y su familia por el ''trauma que le fue infligido como resultado de esta condena injusta''.

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