“Subite al auto, gorriado”: piñas, tirones de pelo e insultos tras una violenta discusión de tránsito viral
Un intercambio de palabras por una maniobra imprudente terminó en golpes, insultos y una batalla campal, con una niña en medio de los agresores. [IMÁGENES SENSIBLES]
Una violenta confrontación entre una pareja a bordo de un automóvil y dos ciclistas sacudió la tranquilidad de la tarde del pasado lunes en San Luis, en un incidente que rápidamente se viralizó a través de las redes sociales.
El altercado, marcado por gritos, insultos, golpes y forcejeos, se desató en el concurrido cruce de la avenida Centenario y la calle Yapeyú, un punto neurálgico de la ciudad puntana.
EL ORIGEN DE LA PELEA: UNA MANIOBRA PELIGROSA
La chispa que encendió la disputa fue una maniobra de tránsito aparentemente imprudente. Segundos antes de la explosión de violencia, un Fiat Argo de color blanco, ocupado por una pareja, estuvo a punto de colisionar con una mujer que circulaba en bicicleta. Este casi accidente fue el detonante que llevó al conductor del vehículo a bajarse de su coche, visiblemente alterado, para encarar a la ciclista y recriminarle por la situación. Mientras tanto, su esposa permanecía al margen, observando los primeros momentos del enfrentamiento verbal.
Un testigo presencial, que comenzó a grabar la escena con su teléfono móvil, ofreció su perspectiva sobre lo ocurrido. "No podés tratar así a una mina, cómo le vas a tirar el auto encima. No le podés tirar el auto encima, es un rodado menor", se le escucha decir en la filmación. Según este testimonio, la responsabilidad inicial recaería en el conductor del Fiat Argo, cuya supuesta mala maniobra habría puesto en peligro a la ciclista, precipitando el conflicto.
DE LA DISCUSIÓN A LA BATALLA CAMPAL
Lo que comenzó como un intercambio de palabras subió rápidamente de tono. Aunque por un momento pareció que la situación no pasaría de una acalorada discusión, la ira escaló de forma inesperada. La esposa del conductor del automóvil se unió a la confrontación, dirigiéndose hacia los ciclistas. En cuestión de segundos, el altercado verbal se transformó en una agresión física.
Un punto de inflexión se dio cuando la ciclista increpó al hombre del auto con una frase desafiante: "Subite al auto, gorriado". La respuesta del conductor fue inmediata y violenta: un empujón que derribó a la mujer justo en el momento en que otro vehículo pasaba, poniendo en riesgo su integridad física. Este acto de agresión fue el catalizador de una verdadera batalla campal.
Los dos hombres se enfrascaron en una pelea a puñetazos, mientras que las mujeres se enfrentaron con golpes y tirones de pelo. La intensidad de la contienda fue tal que varios transeúntes y testigos se vieron obligados a intervenir para intentar separar a los contendientes y poner fin a la desproporcionada agresión.
LA INOCENCIA TESTIGO: UNA NENA EN EL MEDIO DEL CONFLICTO
Un elemento particularmente desgarrador de esta violenta escena fue la presencia de una niña, hija de la pareja que viajaba en el Fiat Argo. La menor permaneció sentada en el interior del vehículo, siendo testigo directo de cada golpe, cada grito y cada momento de la brutal confrontación entre los adultos. Su indefensa presencia en medio de la vorágine de violencia añadió una capa de dramatismo y preocupación al incidente.
En un momento dado, la ciclista, presa de la ira, arrojó una piedra hacia el automóvil. Ante este acto, la otra mujer, visiblemente alterada, le exigió que se detuviera, recordándole que su hija se encontraba dentro del vehículo. Este intercambio desató otra discusión, centrada en la responsabilidad y el impacto de la pelea sobre la menor, quien presenció el traumático enfrentamiento.
El video del enfrentamiento no tardó en volverse viral en San Luis y, posteriormente, trascendió las fronteras provinciales. Las imágenes generaron un intenso debate en las redes sociales. Gran parte de los comentarios y opiniones se centraron en la indignación por la presencia de una niña en medio de una confrontación tan violenta, cuestionando la responsabilidad de los adultos involucrados. Sin embargo, también hubo quienes analizaron el comportamiento de los padres, generando una discusión más amplia sobre el accionar de todos los implicados en este lamentable episodio de violencia urbana.
