Ministro Ramos Mexía, una joya oculta para los amantes de la aventura y la cultura patagónica
Ubicada sobre el borde de la Meseta de Somuncura, esta pequeña localidad rionegrina sorprende con paisajes imponentes, historia tehuelche y una fuente natural que transforma el paisaje en un oasis verde. Ideal para quienes buscan turismo aventura, tranquilidad y conexión con las raíces más profundas de la Patagonia.
En el corazón de la estepa patagónica, lejos de los destinos más populares como Bariloche, El Bolsón o Las Grutas, se encuentra Ministro Ramos Mexía, una localidad con menos de 1.200 habitantes que guarda secretos naturales y culturales dignos de descubrir. Este pequeño pueblo del departamento Nueve de Julio, en la provincia de Río Negro, es una puerta de entrada al pasado ancestral y a la inmensidad de la Meseta de Somuncura.
Ministro Ramos Mexía se ubica sobre la Ruta Nacional 23, también llamada Perito Moreno, a 1.317 km de Buenos Aires y a unos 397 km de Viedma, capital provincial. También forma parte del recorrido del Tren Patagónico, un icónico servicio ferroviario que atraviesa el vasto territorio rionegrino.
Un oasis verde en medio de la estepa
A pocos metros del casco urbano, se extiende el Bajo de Ramos, una zona de chacras alimentada por una vertiente natural histórica que brota de la tierra y proporciona agua a los pobladores. Este manantial transforma el paisaje árido en un sorprendente manto verde, donde crecen árboles, pasturas y cultivos. Este rincón fértil no solo es vital para el sustento local, sino también un espacio cargado de historia y cultura ancestral.
Aquí habitaron los pueblos originarios tehuelches, y todavía pueden hallarse vestigios arqueológicos como chenques (tumbas indígenas), picaderos de piedra, puntas de flecha y trahuiles, herramientas utilizadas para confeccionar boleadoras. Este patrimonio convierte a Ramos Mexía en un punto de interés para investigadores, curiosos y amantes de la historia aborigen.
Un destino de turismo activo y cultural
El pueblo forma parte del Corredor Pichi Malal —que significa "corral chico" en lengua originaria—, una ruta turística que invita a recorrer a caballo, en bicicleta o a pie los senderos de las cercanas Treneta y Yaminué. A través de estas travesías, se revela un paisaje imponente y aparentemente infinito, con bardas que dan paso a las alturas de la meseta y valles que susurran historias del pasado.
Uno de los sitios más destacados es el Cerro Redondo, ideal para realizar caminatas guiadas que permiten observar pinturas rupestres y restos arqueológicos. El contacto con guías locales es altamente recomendable, ya que enriquecen el recorrido con relatos sobre los antiguos habitantes y la geografía particular del lugar.
Las experiencias se complementan con la gastronomía regional, que ofrece sabores auténticos como el cordero patagónico, dulces caseros y productos elaborados por manos locales, reflejo del espíritu hospitalario y la esencia de esta tierra.
Cómo llegar
Acceder a Ministro Ramos Mexía desde Viedma es sencillo: se puede tomar la Ruta Nacional 3 y luego empalmar con la Ruta Nacional 23, en un trayecto que demanda aproximadamente cuatro horas en auto. También se puede llegar en tren desde San Antonio Oeste, en un recorrido pintoresco que atraviesa pueblos y paisajes patagónicos.
En un país lleno de destinos icónicos, Ministro Ramos Mexía se presenta como una alternativa ideal para quienes buscan alejarse del turismo masivo, reconectar con la naturaleza y conocer una faceta menos visible —pero profundamente significativa— de la cultura patagónica. Aquí, la tranquilidad se mezcla con la aventura, la historia convive con el presente, y cada rincón guarda el eco de antiguas civilizaciones que dejaron su huella en esta tierra silenciosa y sabia.
