El paraíso patagónico que parece irreal y ahora podría ser patrimonio histórico y reserva natural
Rodeado de lagos turquesas, montañas y arte rupestre milenario, este rincón del noroeste santacruceño combina aventura, historia y conservación.
En el corazón de la Patagonia austral, más allá de los destinos turísticos tradicionales, emerge un rincón que cautiva por su belleza natural y su profundidad histórica. Se trata de Lago Posadas, una pequeña localidad de no más de 300 habitantes, ubicada en el noroeste de la provincia de Santa Cruz, a solo 175 kilómetros al sur de Perito Moreno y cerca del límite con Chile. Este lugar único no solo enamora con sus paisajes, sino que también guarda huellas de miles de años de historia que hoy buscan ser protegidas a través de una declaración oficial como patrimonio histórico y reserva natural.
La directora de Turismo de Lago Posadas, Luciana Fortuny, confirmó que ya se iniciaron los trámites para que esta región, rica en valor arqueológico, geológico y cultural, reciba el reconocimiento que merece. “Lago Posadas no es solo naturaleza: tiene historia, tiene memoria. Cada sitio cuenta una parte de nuestra identidad como provincia”, explicó en una entrevista.
QUÉ HACER
Lago Posadas se caracteriza por su entorno de ensueño: dos lagos principales —Posadas y Pueyrredón— de aguas cristalinas que ofrecen un abanico de colores que van del azul profundo al turquesa brillante, separados apenas por un estrecho istmo natural. Este fenómeno geográfico, inusual en la región, se ha convertido en un ícono visual del lugar.
Las actividades en la zona invitan a la conexión directa con el ambiente: pesca deportiva, trekking, avistaje de aves y excursiones en 4x4 forman parte de la experiencia. Además, el “Circuito de los Lagos” permite recorrer los principales paisajes y detenerse en puntos clave como el Arco de Piedra, la Garganta del Río Oro, la Cueva del Puma —con arte rupestre ancestral— y el cerro del Indio.
Para quienes buscan un desafío mayor, el imponente cerro San Lorenzo, el más alto de Santa Cruz, se presenta como una meta para montañistas y amantes de la aventura.
HISTORIA VIVA ENTRE CERROS Y ESTANCIAS
Más allá del impacto visual, Lago Posadas guarda una riqueza histórica poco conocida pero fundamental. En sus alrededores se encuentran testimonios de la vida rural y educativa del siglo pasado, como el Hogar Escuela, una construcción emblemática que marcó generaciones de vecinos, y la estancia La Ascensión, que forma parte del proceso de colonización patagónica.
Pero lo más notable es la presencia de sitios con arte rupestre, que registran la presencia de pueblos originarios hace miles de años. “Es fundamental que todo esto se conserve. Estamos trabajando para que esos espacios sean reconocidos no solo por su belleza, sino por su importancia cultural y patrimonial”, expresó Fortuny.
Las pinturas rupestres no solo tienen un valor arqueológico incalculable, sino que también permiten reconstruir parte de la cosmovisión y la vida cotidiana de los primeros habitantes de esta porción de la Patagonia, un legado que hoy permanece casi intacto gracias al aislamiento y la preservación natural del entorno.
RUMBO A UNA FIGURA DE PROTECCIÓN LEGAL
El proceso para declarar a Lago Posadas como patrimonio histórico y reserva natural incluye reuniones con distintos organismos provinciales, como la Secretaría de Cultura, la Dirección de Patrimonio y el Consejo Agrario. La intención es lograr una figura legal que permita proteger los bienes naturales y culturales, pero también abrir nuevas puertas para el desarrollo del turismo sostenible.
“El turismo no tiene que ser solo contemplativo. Lago Posadas es un lugar donde el paisaje y la historia se cruzan. No se trata solo de mirar, sino de entender lo que estamos pisando”, explicó Fortuny, destacando la importancia de promover un turismo con conciencia ambiental y sentido de pertenencia.
En este sentido, la comunidad local también juega un rol clave: muchos de sus habitantes participan en iniciativas que combinan conservación, hospitalidad y educación. Desde guías locales hasta emprendimientos turísticos, la apuesta es clara: crecer sin perder la esencia.
CÓMO LLEGAR A LAGO POSADAS
Llegar a este rincón patagónico implica cierta logística, pero el esfuerzo vale la pena. Desde la Ruta Nacional 40, se accede mediante un desvío a la altura de Bajo Caracoles, recorriendo unos 75 kilómetros de ripio hasta la localidad. En verano, también es posible arribar desde Los Antiguos, transitando la Ruta Provincial 41, conocida como Camino de Monte Zeballos, una travesía escénica que atraviesa paisajes deslumbrantes.
Una vez allí, el visitante se encuentra con un mundo de posibilidades para desconectar, explorar y reconectar con lo esencial. Lago Posadas no solo invita a mirar, sino también a entender. Y en ese camino, empieza a ganarse su merecido lugar como uno de los destinos más valiosos —y aún secretos— de la Patagonia argentina.
