Cabalgatas, trekking y micoturismo en Sierra Colorada: el secreto mejor guardado de la Patagonia cordillerana
A solo 17 km de Trevelin, la Comunidad Ancestral Sierra Colorada ofrece una experiencia única que combina actividades al aire libre, gastronomía típica y la cultura viva del pueblo mapuche. Un destino ideal en cualquier estación, con propuestas para toda la familia.
Ubicada al sur de Trevelin, en plena Patagonia argentina, la Comunidad Ancestral Sierra Colorada invita a descubrir un territorio donde la naturaleza, la tradición y la hospitalidad se entrelazan. Su nombre proviene de los tonos rojizos que tiñen las lengas en otoño, cuando la montaña parece encenderse antes de recibir los primeros mantos de nieve invernal. Es precisamente esta conexión íntima con el entorno la que convierte a Sierra Colorada en un lugar especial para quienes buscan algo más que un destino turístico.
Durante la primavera, el verano y el otoño, los visitantes pueden disfrutar de caminatas, cabalgatas y recorridos guiados por senderos que se internan en bosques nativos. En invierno, cuando la nieve cubre la sierra, el lugar se transforma en un escenario perfecto para juegos, paseos en trineo y caminatas con raquetas. La Pista de Nieve Küpan Mapü, gestionada por jóvenes de la comunidad, es uno de los puntos más visitados durante la temporada invernal, donde grandes y chicos se divierten con trineos construidos artesanalmente.
Otro lugar imperdible es el Parque de Nieve La Nueva Esperanza, de la familia Quilaqueo, que ofrece trineos y culipatines para deslizarse en la nieve. Ambas propuestas ofrecen un enfoque accesible y familiar, ideal para quienes desean vivir la nieve lejos del turismo masivo.
Trekking, avistaje y micoturismo: naturaleza con identidad
El Punto Informativo Ruka Mawiza, ubicado en la entrada a la zona de la laguna Las Mellizas y El Quemado, actúa como puerta de ingreso a un área de alto valor ecológico y cultural. Allí es posible realizar trekking y avistaje de aves —entre ellas, el emblemático Carpintero Gigante— en compañía de guías locales.
Para los amantes de los hongos y la vida del bosque, la Senda de Micoturismo es una opción educativa y fascinante. Se trata de un sendero de 1,7 km con leve desnivel, que permite conocer distintas especies de hongos y su rol en el ecosistema. La actividad se realiza en grupos reducidos con guías habilitados de la comunidad, lo que asegura una atención personalizada.
Experiencias a caballo con identidad mapuche
Uno de los grandes protagonistas de Sierra Colorada es Daniel Ayllapán, guía de cabalgatas nacido y criado en la comunidad. Su propuesta, Cabalgatas Pein Mawiza, ofrece circuitos de distinta duración, desde una hora hasta travesías de todo el día. Durante el recorrido, Daniel comparte su conocimiento del paisaje, la flora y fauna local, y sobre todo, su visión del mundo mapuche. Las cabalgatas incluyen momentos únicos, como una parada en un puesto para compartir unos mates con tortas fritas caseras o tortilla al rescoldo, en un ambiente de auténtica hospitalidad.
Gastronomía ancestral: sabores con historia
Sierra Colorada también invita a disfrutar de la gastronomía ancestral en espacios como La Casita de LaLa y Ruka Küwü (Casa de las Manos). En ambos emprendimientos, atendidos por familias de la comunidad, se pueden saborear platos típicos como guisos de trigo, cazuelas, charqui, pancutra, y productos de recolección como el llao llao, hongos de pino y de ñire, dependiendo de la estación. Además, se destacan los dulces caseros, el ñaco y el merkén, junto con las tradicionales tortas fritas y bebidas calientes.
Un turismo con sentido
A diferencia de otros destinos, en Sierra Colorada el turismo es una forma de compartir y sostener la vida comunitaria. Todas las actividades están gestionadas por miembros del pueblo mapuche, lo que garantiza una experiencia auténtica y respetuosa con la identidad del lugar. Ya sea caminando por los bosques, jugando en la nieve o saboreando un guiso al calor del fuego, la sensación es la de estar en casa, aunque estés lejos.
Sierra Colorada no es solo un punto en el mapa: es una puerta a otro ritmo de vida, donde la tierra, los saberes ancestrales y la calidez humana construyen una experiencia inolvidable.
