Tras más de 20 años, el Gobierno levantó los aranceles y una famosa marca de termos podría bajar sus precios
Con la publicación de la Resolución 835/2025, se pone fin a una etapa histórica de protección arancelaria. La medida promete precios más bajos para los consumidores, pero deja en evidencia la falta de competitividad y adaptación de la industria local.
Después de más de 20 años de protección arancelaria, el Gobierno nacional decidió dar por terminada la vigencia de los aranceles antidumping que gravaban la importación de termos y recipientes isotérmicos provenientes de China.
La medida, formalizada a través de la Resolución 835/2025 publicada en el Boletín Oficial, representa un giro histórico en la política comercial argentina y marca el cierre de una etapa que buscaba resguardar a la industria local frente a la competencia de productos importados a precios de dumping.
UN SISTEMA DE PROTECCIÓN QUE NO CUMPLIÓ LOS OBJETIVOS
La política antidumping, implementada en 2001 para termos con ampolla de vidrio y extendida en 2004 a los de acero inoxidable, fue renovada en tres oportunidades. Su objetivo era impedir el ingreso de productos chinos a precios artificialmente bajos, considerados desleales para la producción nacional. Sin embargo, tras más de dos décadas, los resultados no acompañaron las expectativas.
El informe técnico que fundamentó la decisión, elaborado por la Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE), reconoció la existencia de márgenes de dumping elevados: 85,35% para termos de acero inoxidable y 70,78% para los de vidrio. En mercados como Perú, los márgenes detectados incluso superaron el 350%.
A pesar de esto, la protección no logró fortalecer a la industria local, que siguió perdiendo terreno y no pudo capitalizar el crecimiento del mercado.
EL CASO LUMILAGRO: CAÍDA EN PRODUCCIÓN, VENTAS Y EMPLEO
La principal empresa nacional del sector, Lumilagro, fue la impulsora de la última revisión de los aranceles. Sin embargo, los indicadores del sector muestran una realidad preocupante: entre 2021 y 2024, la producción cayó un 26,5%, las ventas internas un 32% y el empleo un 31%. Los niveles de inventario aumentaron y la utilización de la capacidad instalada se desplomó del 51% al 21%.
Pese a la protección, la participación de la producción nacional en el consumo aparente de termos de acero inoxidable apenas creció del 15% al 17% entre 2018 y 2023, mientras que el tamaño del mercado se duplicó en ese mismo período.
La CNCE concluyó que la limitada respuesta de la industria local no se explica únicamente por la competencia externa, sino por problemas estructurales y una falta de adaptación a las nuevas tendencias de consumo.
CAMBIOS EN EL CONSUMO Y TRANSFORMACIÓN DEL MERCADO
El mercado argentino de termos, históricamente asociado al consumo de mate, experimentó una transformación significativa en los últimos años.
Se produjo un desplazamiento desde los modelos tradicionales de vidrio hacia los de acero inoxidable, acompañando la demanda de nuevos productos isotérmicos como botellas, vasos y mates de acero, segmentos en los que la industria local no logró incursionar.
Además, la percepción social de los termos cambió: dejaron de ser simples artículos utilitarios para convertirse, en sus versiones premium, en objetos de deseo y símbolos de estatus. Marcas internacionales como Stanley se posicionaron como referentes de este fenómeno, impulsando el crecimiento del mercado pero también elevando los precios locales muy por encima de los vigentes en países vecinos o desarrollados.
¿QUÉ PASARÁ CON LOS PRECIOS Y CUÁNTO COSTARÍA UN TERMO STANLEY?
Fuentes oficiales y del sector comercial coinciden en que la eliminación de los aranceles debería traducirse en una reducción de los precios al público, alineándolos con los valores de la región. Hoy, un termo Stanley de un litro puede costar más de $110.000 en Argentina, mientras que en Estados Unidos ronda los 25 dólares.
Si bien los productos de marcas internacionales de mayor calidad no estaban alcanzados por las medidas antidumping, la mayor competencia podría ejercer presión a la baja en todo el mercado.
La CNCE advirtió que los consumidores argentinos venían pagando precios considerablemente más altos que en otros países, en parte debido a los aranceles vigentes. El levantamiento de la barrera podría beneficiar directamente al bolsillo de millones de consumidores, en un mercado que vende cerca de 4 millones de termos por año.
La decisión de eliminar los aranceles antidumping generó críticas y preocupación en sectores ligados a la producción local, especialmente en Lumilagro, la única fábrica nacional de peso. El Gobierno, sin embargo, argumentó que tras más de 20 años de protección sin resultados positivos, la continuidad de la medida no era conveniente ni para la industria ni para los consumidores.
El informe de la CNCE fue contundente: la falta de mejoras en el desempeño sectorial durante un período tan extenso indica que el problema es estructural y no se resuelve con barreras comerciales.
La resolución oficializa el fin de una era de protección arancelaria y abre un nuevo escenario para el mercado argentino de termos, donde la competencia internacional será la norma y la industria local deberá repensar su estrategia para sobrevivir y adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores.
“El esfuerzo adicional que recae sobre los consumidores argentinos respecto al resto del mundo pareciera resultar excesivo”, concluyó la CNCE en su informe.
Con información de iProfesional, editada y redactada por un periodista de ADNSUR
