CAPITAL FEDERAL - Sebastián Alejandro D'Amico tiene 23 años y busca curarse de un cáncer que le detectaron en 2014. Para eso necesita operarse, en medio de un contexto que no lo ayuda: la cuarentena por la pandemia de coronavirus que afecta a todo el mundo.

"Necesito un equipo quirúrgico y un establecimiento que se anime a realizarme una cirugía de alta complejidad, porque hay muchas partes comprometidas", pidió Sebastián a través de su Instagram y Facebook. La intervención quirúrgica es compleja y eso también complica la situación.

"Hago este video para compartirles que necesito una cirugía y los médicos dicen que hoy (por la pandemia del coronavirus) es prácticamente imposible, pero yo no lo veo tan imposible si puedo llegar a alguien que me pueda ayudar a ir a un hospital que esté preparado para hacer este tratamiento", expresa en una de las publicaciones.

Sebastián Alejandro on Instagram: “Aquí les dejo una pequeña parte del video en vivo con el Doctor quien va hacer la donación de la cirugía, en las historias está el vivo…”

El martes surgió una esperanza. "Por suerte, gracias a la difusión, un médico cirujano que se encuentra en Italia se ofrece a donar la operación y realizarla en Mendoza. El límite actual es el tiempo y la cuarentena que impide que el médico viaje", dijo a La Nación Tamara, quien se encarga de organizar la difusión del mensaje de Sebastián y también las donaciones.

Se trata del doctor Eduardo Sosa, quien se contactó con la familia y se ofreció a armar el equipo y a realizar gratuitamente la cirugía. El profesional de la salud se prestó a una transmisión en vivo en las cuales dejó en claro lo complejo que es el proceso, ya que el principal objetivo pasa por cuidar la salud del paciente. La emoción y la ilusión familiar es enorme. Y el agradecimiento, también.

Los pasos a seguir están ligados al análisis de todo lo realizado por otros médicos en este tiempo, en el estudio de la historia clínica de Sebastián y de la realización de nuevos estudios que arrojen resultados ligados a qué y cómo hacer la intervención. Siempre apuntando a mejorar la calidad de vida del paciente.

"Por más que tenga un huevo en la cara siempre voy a tirar para delante, por las piedras futuras que vengan en el camino sepan que la voy a correr. ¿Y por qué hago estas boludeces? Para que ustedes se den cuenta de que la sonrisa es lo ultimo que se me va a borrar aun afrontando el peor pronóstico. Seamos felices que la vida es una sola. Luchando contra el puto cáncer!", escribió esta madrugada.

SEIS AÑOS DE LUCHA

Todo comenzó hace seis años, cuando le detectaron un tumor llamado Rabdomiosarcoma embrionario en su maxilar derecho. Uno de los partes médicos informó que se trataba de una malformación de células musculares. "Al principio comenzó como una pelotita, pero a partir del 2019 empezó a crecer a más velocidad", explicó en uno de los videos a través de los cuales viralizó su caso y pide ayuda, tanto para recaudar fondos que solventen la operación como para que el mensaje llegue a la comunidad médica.

El primer centro donde recibió asistencia fue el Hospital Ramos Mejía, en el Servicio de Maxilofacial. En diciembre de 2014, le realizaron una microcirugía para hacer una biopsia y el 15 de enero del siguiente año, le definieron el diagnóstico: Sarcoma embrionario de mejilla derecha. Cáncer. Enseguida fue derivado al servicio de oncología.

Pasó por tratamientos de quimioterapia, ciclos de radioterapia y diversas cirugías. En 2016, el tumor volvió a aparecer. En agosto de 2017, fue derivado al Hospital Pirovano para que se le practicara la primera operación. Tres meses de postoperatorio y recuperación en su casa. Ocho meses después, el cáncer se manifestó de nuevo.

Esta enfermedad, también conocida como "rabdomiosarcoma embrionario", se caracteriza por desarrollarse en la zona de la cabeza, cuello, genitales o vías urinarias. Es un tipo de tumor de rápido crecimiento que puede tratarse con quimioterapia, cirugía y radiación .

"En noviembre de 2018, estuve con radioterapia, pero lo abandoné por su alta toxicidad. Mi cuerpo no pudo responder, sentía mucho dolor, estaba descompensado y me suministraban morfina cada cuatro horas", cuenta. Continuó con quimioterapia, pero sufrió una disfunción plaquetaria y su sangre no coagulaba correctamente. Los médicos suspendieron el tratamiento y lo colocaron en aislamiento. Dijeron que le quedaban dos meses de vida.

En la actualidad, se atiende en el Hospital Oncológico de José C. Paz. Le proveen el fármaco Pazopanib 800 ml para tratar la enfermedad. Esta medicación es catalogada de tercera línea ya que el cáncer responde lentamente. Hoy, Sebastián hace reposo en su casa, tiene constantes altibajos emocionales y espera encontrar a un cirujano que se anime a realizarle la operación que podría mejorar y extender su calidad de vida: " Tengo 23 años. Todavía no me quiero morir ", posteó hace unos días.

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