Tensión en Tierra del Fuego por la quita de aranceles a las importaciones: 6700 puestos laborales en riesgo
La Unión Obrera Metalúrgica de Río Grande inició un paro por tiempo indeterminado en defensa de la industria local, tras el anuncio del Gobierno nacional de eliminar progresivamente los aranceles a la importación de celulares y otros productos electrónicos. La medida afecta a miles de trabajadores y pone en riesgo la continuidad del histórico régimen industrial fueguino.
El pasado miércoles por la mañana, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Seccional Río Grande decretó un paro total y por tiempo indeterminado en las plantas electrónicas de Tierra del Fuego, en respuesta directa a la decisión del Gobierno nacional de eliminar los aranceles a la importación de celulares, que actualmente se encuentran en un 16% y serán reducidos a cero en dos etapas, la primera inmediata y la segunda en enero de 2026.
Esta medida, junto con la reducción de impuestos internos para productos electrónicos importados, busca abaratar los precios y fomentar la competencia, pero generó una fuerte reacción en la provincia austral, donde la industria local emplea a miles de trabajadores y depende de un régimen especial de promoción industrial vigente desde hace más de 45 años.
PARO Y TENSIÓN EN TIERRA DEL FUEGO: MÁS DE 6700 PUESTOS EN RIESGO
El paro comenzó a las 12 horas y se extenderá hasta que se alcance una solución favorable que garantice la continuidad laboral y productiva en la región. La UOM convocó además a una movilización masiva en el centro de Río Grande, epicentro de la actividad industrial fueguina, para expresar el rechazo a lo que consideran un “nuevo embate contra la industria nacional y los puestos de trabajo”.
En un comunicado, el Congreso de Delegados de la UOM afirmó: “Defendemos la industria fueguina, los puestos de trabajo y el derecho soberano a continuar habitando esta provincia”.
El sindicato alertó que la eliminación de aranceles y la apertura indiscriminada a productos importados impactan gravemente en la estructura productiva local, poniendo en riesgo la continuidad del subrégimen industrial fueguino y, por ende, miles de empleos.
Actualmente, la industria electrónica emplea a alrededor de 4.500 operarios entre planta estable y contratos temporales, cifra que podría ampliarse a 6.700 si se consideran otros sectores metalúrgicos vinculados. La UOM advirtió que la industria podría colapsar antes de fin de año si no se revierten las políticas.
El referente gremial Oscar “el Zurdo” Martínez fue contundente: “El Gobierno pretende destruir nuestra fuente de trabajo. Si no hay marcha atrás, en las puertas de las fábricas arderán los tachos de la calentura que tenemos”.
Martínez calificó las políticas oficiales como parte de un esquema “neoliberal” que ya se preveía devastador para la industria nacional y lamentó la ruptura de las negociaciones con funcionarios nacionales, que habían mostrado avances hasta la madrugada del martes, pero que se desmoronaron tras el anuncio oficial.
UNA DECISIÓN QUE PONE EN JAQUE LA ECONOMÍA DE TIERRA DEL FUEGO
El conflicto se profundiza en un contexto donde el régimen de promoción industrial fueguino, establecido por la Ley 26.539 en 2009 y vigente desde hace más de cinco décadas, es fundamental para la economía de la provincia.
Este régimen sostiene al 78% de la población económicamente activa y ha sido clave para el desarrollo tecnológico y productivo de la región. La UOM enfatiza que no permitirá que más de 45 años de historia y lucha se desmoronen por decisiones unilaterales que responden a intereses ajenos a los de la comunidad fueguina.
Además del paro, el sindicato exige una respuesta clara y concreta del Gobierno provincial, la cámara empresarial AFARTE, el Grupo Mirgor y las autoridades nacionales de la UOM, para preservar el régimen de promoción industrial y los derechos laborales. La medida cuenta con el respaldo del Secretariado Nacional de la UOM y de todas las seccionales del país, lo que refleja la gravedad del conflicto y la solidaridad gremial a nivel nacional.
Las declaraciones oficiales del Gobierno, especialmente las del vocero presidencial Manuel Adorni y del ministro Federico Sturzenegger, generaron un fuerte rechazo por parte de los trabajadores.
En este sentido, Sturzenegger llegó a burlarse de los 6.000 trabajadores amenazados, sugiriendo que Tierra del Fuego debería abandonar sus ambiciones industriales y “convertirse en un parque de diversiones de nivel mundial”, lo que fue repudiado por el gremio y la comunidad local, que interpretan estas palabras como un desprecio hacia la historia y el esfuerzo de la provincia patagónica.
Con información de NA y La Opinión Austral, editada y redactada por un periodista de ADNSUR
