Solidaridad que abriga: la CAI Solidaria lanza una nueva colecta para llegar a los parajes rurales del interior chubutense
José “Portu” Guerreiro, referente de la CAI Solidaria, impulsa una nueva campaña de invierno para asistir a comunidades rurales como Cushamen, Buen Pasto y Las Plumas. Se necesitan frazadas, ropa de abrigo, calzado y mamelucos. “Tenemos que triplicar el esfuerzo. Hay más gente necesitando y menos pudiendo donar”, expresó.
Con la llegada del frío y el invierno acercándose en el calendario, La CAI Solidaria vuelve a ponerse en marcha. Fiel a su compromiso con los sectores más vulnerables del interior chubutense, el equipo que lidera José “Portu” Guerreiro lanzó una nueva campaña de abrigo con el objetivo de llevar donaciones a parajes rurales como Cushamen, Buen Pasto y Las Plumas.
“Como lo venimos haciendo desde hace más de 10 años, vamos a salir nuevamente en esta época del año. La idea es juntar la mayor cantidad posible de ropa de abrigo, frazadas, calzado y si es posible, mamelucos o botines, que siempre nos piden mucho en esos lugares”, contó Guerreiro.
Las donaciones pueden acercarse al gimnasio de avenida Yrigoyen o al local 8 de la galería Paseo del Sur. La colecta estará abierta hasta fines de junio, fecha estimada para realizar el viaje solidario y entregar en mano toda la ayuda.
La CAI Solidaria comenzó su recorrido en el año 2010 con su primer viaje a la escuela rural de Colán Conhué, en Chubut, y desde entonces se ha transformado en un emblema de solidaridad constante. “Para mí es un orgullo que la CAI llegue a esos parajes rurales donde casi nadie llega. Empezamos con una campaña al año y hoy ya hacemos dos. Siempre con el mismo objetivo: llegar a los que más lo necesitan”, expresó con emoción Portu.
En esta edición, la necesidad es aún mayor. La crisis económica impactó de lleno también en quienes antes eran donantes y hoy se ven del otro lado. “Hay mucha gente que antes colaboraba y ahora también necesita ayuda. Por eso tenemos que triplicar el esfuerzo para juntar todo lo que podamos. Cada vez hay más gente necesitando, sobre todo en esos parajes donde el invierno pega fuerte y las condiciones son muy duras”, advirtió Guerreiro.
A lo largo de los años, el trabajo constante y comprometido de la CAI Solidaria ha generado confianza y respeto entre la comunidad. “La verdad que siempre uno es un agradecido de la gente y de las empresas que colaboran con nosotros. Creo que eso tiene que ver con la trayectoria, con el nombre que fuimos construyendo. La gente sabe que lo que se junta llega directamente a quienes lo necesitan”, explicó.
Si bien cualquier tipo de abrigo es bienvenido, Guerreiro enfatizó que hay elementos especialmente necesarios: “zapatos, frazadas, bufandas, camperas, todo viene bien. Pero si alguna empresa nos puede donar mamelucos o botines, sería ideal. Siempre que vamos nos los piden mucho. Son útiles para el trabajo y escasean”.
Con todo listo para una nueva expedición, el equipo de trabajo ya tiene definidos los contactos en las distintas localidades. “La gente ya nos está esperando. Solo nos falta reunir lo que más podamos para llevarlo y cumplir con el compromiso”, afirmó.
La campaña no solo busca abrigar cuerpos, sino también almas. “No es solo ropa. Es un gesto, una muestra de que no están solos. De que hay gente que piensa en ellos, aunque estén lejos. Y eso vale muchísimo”, reflexionó Portu antes de despedirse.
