BUENOS AIRES (ADNSUR) - Pidió una cesárea, se la negaron por falta de personal y murió tras dar a luz. El hecho ocurrió en Brasil e instaló dudas sobre el accionar médico y sospechas sobre la posibilidad de haberse cometido violencia obstétrica, informó el sitio Big Bang.

Igor Aparecido Pereira, un joven de San Pablo de 18 años, junto a su novia Ana Paula, de la misma edad, esperaban ansiosos el nacimiento de su hija, Estella. Con los 9 meses de embarazo cumplidos, el pasado jueves 25 de abril fueron al Hospital São Luiz de Boituva. 

La médica que los atendió le dio suero y un medicamento para calmar el dolor de las contracciones a la mujer y les indicó esperar por la dilatación necesaria para que la bebé pudiera nacer. Sin embargo, terminó el tragedia. 

La pareja fue su casa, pero en la madrugada tuvo que volver a la guardia del hospital.

Según informó la familia en la denuncia policial, la médica verificó que la dilatación de la joven estaba lista para el parto. La paciente solicitó que se le practicara una cesárea, pero la doctora a cargo consultó con anestesista. No había personal disponible y recién a las 16 se sumaría un especialista.

El nacimiento no podía esperar, pero la doctora avanzó con el parto natural con el uso de fórceps. La beba nació y Ana Paula fue derivada a un cuarto del hospital, pero allí comenzó a tener hemorragias y finalmente murió.

El marido descargó parte de su dolor con un desgarrador texto que compartió en Facebook, junto a la última foto de Ana Paula: "¿Cuándo pasará la nostalgia? Cómo te quería acá, a mi lado, que estuvieses acá ayudándome a criar esta Estella", dijo

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