La economía argentina continúa enfrentando un escenario complejo, marcado por una inflación elevada que impacta en el poder adquisitivo de la población y en los hábitos de consumo. En abril de 2025, la inflación mensual fue del 2,8%, mostrando una desaceleración respecto al 3,7% de marzo, pero manteniéndose en niveles altos. 

Esta cifra se traduce en una inflación interanual del 47,3% y un acumulado del 11,6% en lo que va del año, reflejando una tendencia a la baja pero aún con presiones significativas sobre los precios, especialmente en sectores como restaurantes, hoteles y alimentos consumidos fuera del hogar.

En este contexto inflacionario, los supermercados chinos se consolidan como un rol fundamental en el abastecimiento diario de millones de argentinos, especialmente en localidades donde los grandes hipermercados no tienen presencia. Estos comercios apuntan a ofrecer precios competitivos y mantienen un riguroso control de aumentos para facilitar el acceso a productos básicos. La relevancia de estos comercios se potencia en un escenario donde el poder adquisitivo se ve afectado y las familias recurren cada vez más al financiamiento para cubrir sus necesidades básicas.

En Argentina hay 13 mil supermercados chinos en total
En Argentina hay 13 mil supermercados chinos en total
Foto: BAE Negocios

LA EXPANSIÓN SILENCIOSA Y ESTRATÉGICA DE LOS SUPERMERCADOS CHINOS EN ARGENTINA

Desde la apertura de los primeros supermercados chinos en Argentina en 1993, este fenómeno comercial ha crecido de manera constante y casi imperceptible, hasta convertirse en un actor clave del comercio minorista nacional. Hoy, existen alrededor de 13.000 supermercados chinos distribuidos en todo el país, con la particularidad de que solo Tierra del Fuego aún no cuenta con uno

Su presencia alcanzó incluso ciudades pequeñas y alejadas, como Monte Quemado, en Santiago del Estero, con un local de 1.500 metros cuadrados, y grandes superficies como la de Orán, Salta, que tiene 4.500 metros cuadrados. Comodoro Rivadavia no es ajeno y los comercios de origen asiático se consolidan en la ciudad, demostrando un crecimiento sostenido en lugares previamente analizados y ubicados estratégicamente.

Solamente Tierra del Fuego no cuenta con supermercados chinos
Solamente Tierra del Fuego no cuenta con supermercados chinos
Foto: BAE Negocios

Este avance no solo se basa en la cantidad de aperturas, sino en una estrategia que combina precios competitivos, un fuerte vínculo con las economías regionales y un modelo de negocio familiar que ha sabido adaptarse a los cambios sociales y económicos. 

La presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y países del sudeste asiático (CEDEAPSA), Yolanda Durán, explicó que estos supermercados no solo ofrecen primeras marcas, sino que también abren sus góndolas a productores regionales, muchas veces trabajando con mercadería en consignación para impulsar el desarrollo local. Esta dinámica genera una relación de confianza y empatía con las comunidades, transformando cada nueva apertura en una verdadera celebración.

Un modelo de negocio que impulsa economías regionales y controla precios

La pandemia de COVID-19 representó un desafío para la comunidad china, con casi 500 empresarios varados en China sin poder regresar a la Argentina. Este contexto obligó a replantear estrategias, pero tras la crisis sanitaria la expansión continuó con fuerza, manteniendo un ritmo de tres aperturas mensuales, aunque con dificultades para encontrar locales adecuados. “Seguimos abriendo supermercados a un ritmo de tres aperturas mensuales, pero nos cuesta encontrar locales”, reconoce Durán.

Buscan crear un mayorista chino en Argentina
Buscan crear un mayorista chino en Argentina
El Litoral

En cuanto a la política de precios, los supermercados chinos implementan un riguroso control para mantener la competitividad. “Los precios ahora no están aumentando tanto, salvo los estacionales como los huevos que aumentaron un 100%, las frutas y verduras tienen altibajos. Me pregunto por qué no consumimos bananas de Salta en vez de traerlas sólo de Bolivia y Ecuador. Tenemos que ayudar a las economías regionales”, señala Durán. 

En este sentido, pone como ejemplo que la cebolla y la zanahoria cosechadas en Santiago del Estero tienen un costo mucho menor en origen ($300 el kilo de zanahoria) que en Buenos Aires, donde se vende a $1.500. “Hacemos un monitoreo diario de todo y no aceptamos mercadería con fuertes aumentos. Nuestra premisa es vender y para eso la mercadería tiene que circular, la entrada y salida es nuestro negocio. Por eso tenemos precios competitivos y buenos productos”, explicó.

DESAFÍOS, VENTAJAS Y EL PRIMER MAYORISTA CHINO EN ARGENTINA

El impacto de la crisis económica se refleja en una caída del 10% en las ventas durante abril, con consumidores que recurren cada vez más al uso de tarjetas de crédito para financiar la compra de alimentos.

“La gente no tiene plata, tarjetea mucho. No puede ser que la comida diaria se tenga que tarjetear en cuotas y pagar con intereses altísimos. A la gente no le alcanza el sueldo, no llega a fin de mes. No le sirve lo que gana. Por eso, nosotros hacemos valer la plata y no validamos cualquier precio”, afirmó Durán.

Para bajar los precios, 13.000 supermercados chinos se unirían para crear su primer centro mayorista en Argentina
El Economista

Una desventaja que enfrentan los supermercados chinos es la falta de acuerdos con bancos y plataformas de pago para ofrecer descuentos o reintegros similares a los grandes hipermercados. “No llegamos a acuerdos, porque las reglas no eran claras. Estamos estudiando la posibilidad de cerrar acuerdos con bancos. Por ahora ofrecemos todos los días un 10% de descuento a jubilados con un mínimo de compra de $5.000”, detalla la presidenta de CEDEAPSA.

En cuanto a los productos, las ventas más dinámicas son de polenta, fideos y harina, seguidas por jamón cocido o crudo de marca y cápsulas de café. En contraste, la venta de vino en tetra brik casi desapareció, aunque los vinos mantienen precios competitivos pese a un aumento del 15%.

Para fortalecer su posición frente a los grandes formadores de precios, los supermercadistas chinos están en proceso de abrir su primer centro mayorista exclusivo para dueños de supermercados chinos, con un predio de 10.000 metros cuadrados. “Solo se pagarán gastos de administración y de logística, sueldos, impuestos y mantenimiento, no buscamos rentabilidad. Queremos que sea de los chinos y para los chinos”, puntualizó Durán. Este modelo se replicará en otras provincias, con el objetivo de eliminar intermediarios y reducir los precios hasta un 30%.

Para bajar los precios, 13.000 supermercados chinos se unirían para crear su primer centro mayorista en Argentina
Buenos Aires Ciudad

Además, la comunidad expresa su preocupación por la competencia desleal de algunos mayoristas que abren locales minoristas en todos los barrios, afectando la cadena de precios. “Los grandes formadores de precios son los mayoristas, por eso nosotros queremos vender a los supermercados directo de fábrica”, concluyó Durán.

Este fenómeno, liderado hoy por la segunda generación de empresarios chinos que crecieron entre góndolas y decidieron continuar el legado familiar, no solo se limita al supermercadismo sino que busca expandirse a otros rubros, consolidando así su influencia y aporte a la economía argentina.

Con información de BAE Negocios, editada y redactada por un periodista de ADNSUR

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