Nueva marejada en Playa Unión provoca daños en la rambla y reaviva la urgencia por obras costeras
El fuerte oleaje registrado la noche del lunes en Playa Unión volvió a impactar de lleno sobre la costanera, causando daños estructurales y llevando el agua hasta la primera fila. Aunque no hubo condiciones climáticas extremas, el fenómeno evidenció la fragilidad del frente costero y la necesidad de avanzar con obras definitivas como geotubos, escolleras y defensas marinas.
Playa Unión volvió a sufrir el embate del mar. En la noche del lunes 19 de mayo, un intenso oleaje golpeó la rambla de la villa balnearia de Rawson, provocando daños estructurales y dejando a la vista la vulnerabilidad del sistema de defensa costero ante fenómenos que, aunque no fueron extremos, resultaron igualmente devastadores.
El agua alcanzó la primera fila de viviendas y comercios sobre la Avenida Guillermo Rawson, a la altura de la intersección con Fernández San, arrastrando grandes piedras y residuos marinos. Según datos oficiales, la marea alcanzó una altura máxima de 4,1 metros con un coeficiente moderado, sin que se registraran vientos fuertes o tormentas que anticiparan el fenómeno, lo cual sorprendió a vecinos y transeúntes.
Aunque no fue una marejada extraordinaria, el episodio volvió a poner en primer plano el problema de la erosión costera en Playa Unión, una situación que se viene agravando desde hace varios años y que exige medidas estructurales de mediano y largo plazo.
OBRAS EN MARCHA Y DESAFÍOS PENDIENTES
En este contexto, el Municipio de Rawson y la Provincia del Chubut vienen implementando una serie de intervenciones para mitigar el impacto de las marejadas. Entre las más destacadas se encuentra la colocación de geotubos a lo largo de 580 metros de la costa, una medida que permitió acumular más de 27.000 m³ de sedimento, protegiendo zonas críticas como la Plaza Inmigrantes y la Escollera Menor.
Estos geotubos, instalados por la empresa Industrias Bass S.A., han mostrado una resistencia superior a la esperada. Según el secretario de Planificación y Desarrollo Urbano de Rawson, Pablo Villalobos, “las obras que eran paliativas terminaron siendo por encima de lo proyectado y esperable”. También se han rellenado sectores erosionados, recolocado premoldeados y mejorado los sistemas de encofrado para acelerar los trabajos.
A pesar del avance (95% de ejecución en solo cuatro semanas), las últimas marejadas —como la del lunes— muestran que aún no alcanza con las soluciones actuales. Por ello, el municipio proyecta nuevas etapas de intervención que incluyen la compra de geotubos de mayor resistencia (de 100 kg) para reforzar zonas vulnerables a partir de marzo de 2025.
Además, se está trabajando en la producción de acrópodos de hormigón mediante administración municipal, lo que permitirá consolidar un plan sostenido en el tiempo. Villalobos también destacó que se están evaluando obras de mayor envergadura, como el dragado del río Chubut y la proyección de un puerto de profundidad, en coordinación con Nación.
UNA ESCOLLERA EN ALTA MAR: LA OBRA CLAVE A LARGO PLAZA
Entre las iniciativas de mayor escala, el municipio proyecta la construcción de una escollera offshore, que actuaría como barrera ante el avance del mar. Se trata de una infraestructura compleja, de alto costo, que requiere financiamiento nacional, pero que se considera fundamental para garantizar la sostenibilidad del frente costero.
“El problema de la erosión no se resuelve con una sola intervención, sino con un plan continuo y bien coordinado”, enfatizó Villalobos, quien remarcó la necesidad de integrar esfuerzos entre el municipio, la provincia y Nación.
APOYO VECINAL Y CONCIENCIA COLECTIVA
A pesar de las restricciones que implican las obras y el uso limitado de algunos sectores de la playa, la comunidad ha respondido con apoyo y colaboración. “La gente ha mostrado un alto nivel de conciencia y respeto por las obras”, subrayó el funcionario.
Playa Unión, uno de los principales atractivos turísticos del verano patagónico, enfrenta el desafío de proteger su identidad costera sin perder su función recreativa. Las marejadas no solo ponen en riesgo infraestructuras, sino también un modo de vida vinculado al mar.
Con una visión a largo plazo y una estrategia que combine ingeniería, planificación y participación comunitaria, Rawson busca consolidar un sistema de defensa costera que esté a la altura de los desafíos climáticos del presente y del futuro.
