Maquinchao bajo cero: por qué esta localidad de Río Negro es el epicentro del frío extremo en Argentina
En medio de un invierno riguroso, Maquinchao volvió a encabezar el ranking de las temperaturas más bajas del país, con mínimas que llegaron a -18 °C. ¿Qué factores geográficos explican este fenómeno y cómo viven sus habitantes en una de las zonas más frías del territorio nacional?
El nombre ya lo anticipa todo. Maquinchao, en lengua tehuelche, significa “lugar del invierno” —de “maguen” (invierno) y “chawe” o “kawe” (lugar)—, y no es casual: esta pequeña localidad ubicada en el corazón de la provincia de Río Negro volvió a ser noticia al registrar temperaturas extremas durante este invierno 2025. Según el Servicio Meteorológico Nacional, alcanzó los –18°C este lunes 1 de julio, tras haber registrado –16,2°C el día anterior.
La geografía tiene la respuesta. Maquinchao se encuentra a 880 metros sobre el nivel del mar, asentada en plena meseta patagónica, lejos de la influencia marítima que suaviza las temperaturas. Su ubicación —a 300 km de Bariloche y a 572 km de Viedma— la convierte en una de las zonas más continentales del país. Esto provoca una amplitud térmica muy pronunciada: hay grandes diferencias entre el día y la noche, así como entre estaciones.
“Estas características geográficas hacen que en Maquinchao se registren temperaturas más extremas que en otras localidades patagónicas que incluso están más al sur”, explicó Cindy Fernández, especialista del Servicio Meteorológico Nacional.
Pero no es solo el clima lo que define a esta localidad de poco menos de 3.000 habitantes. Su historia, su economía ganadera y su forma de vida están profundamente marcadas por el frío. En 1991, Maquinchao alcanzó un récord histórico de –35°C, una marca que aún permanece como una de las más bajas de la historia meteorológica argentina. En aquel entonces, las condiciones eran mucho más adversas: no había red de gas, los caminos quedaban bloqueados por la nieve y el aislamiento era frecuente.
Aunque hoy la localidad cuenta con más servicios, casi la mitad de las viviendas aún no tienen conexión a la red de gas natural, lo que obliga a muchas familias a recurrir a la leña como principal fuente de calefacción. Durante los meses de invierno, el municipio organiza la entrega de leña por tonelada a empleados estatales, un recurso vital para pasar la temporada más hostil del año.
La historia de Maquinchao está íntimamente ligada al desarrollo del Ferrocarril al Nahuel Huapi. Aunque su fundación oficial se remonta a la inauguración de su estación en 1912, los vecinos celebran el 19 de marzo de 1905 como la fecha fundacional. Desde entonces, la localidad creció junto al arroyo Maquinchao y consolidó su economía en torno a la ganadería ovina, en particular con la llegada de los carneros Merinos Australianos en 1908. Hoy, Maquinchao es conocida como la Capital de la Lana, con estancias de renombre como La Proveedora, Rucu Luan, San Juan y la estancia homónima.
A pesar del rigor climático, el entorno natural ofrece paisajes únicos. En los alrededores se destacan la laguna Ñe Luan, el puesto de Hornos, el paraje El Caín (en el borde oeste de la Meseta de Somuncurá), y cuevas con pinturas rupestres en Vaca Laufquen, donde la historia prehispánica todavía se conserva.
El invierno en Maquinchao no es solo una estación: es una identidad. Mientras otras regiones del país enfrentan olas de frío pasajeras, en este rincón de la Patagonia, el frío forma parte del ADN local. Y sus habitantes, curtidos por las heladas y la soledad de la meseta, siguen enfrentando cada temporada con la misma fortaleza que forjó la historia del lugar.
