Un hombre de 61 años, fue hallado sin vida aparentemente por muerte natural. Algunos allegados mencionaron a la policía que sufría algún grado de demencia.

En las últimas horas, la policía se hizo presente en la casa ,ubicada sobre la calle Gavilán al 800, en la localidad bonaerense de La Tablada. Sin embargo, el cuerpo del vecino no fue el único que encontraron los efectivos en el domicilio. Los únicos testigos en el lugar eran los gatos de la familia, que permanecían fieles a su amo debajo de su cama.

El olor nauseabundo que provenía de la vivienda empezó a incomodar a los vecinos al punto que llamaron al 911 para que se acercaran a investigar. El recelo que sentían se confirmó apenas los uniformados forzaron la puerta para ingresar: Luis Genignani estaba muerto sobre su cama.

Lo que los agentes no habían previsto era la inquietante escena con la que se toparían al salir al jardín de esa casa. Una cruz dibujada con pintura blanca sobre una de las paredes fue lo primero que les llamó la atención. Después se fijaron en la tierra removida que había al pie de la misma y entonces advirtieron con espanto que estaban frente a una tumba improvisada.

Según indicó una fuente cercana a la causa a Crónica, debajo del montículo los policías descubrieron restos humanos en avanzado estado de descomposición. Mientras esperan los resultados del trabajo forense para confirmar la identidad, sospechan que podría tratarse de la madre de Genignani, una mujer que de acuerdo al testimonio de los vecinos se encontraba desaparecida desde hace unos 10 años.

Asimismo, hasta el momento la principal hipótesis de los investigadores apunta a que el individuo enterró a su mamá en el jardín de su casa y ahora investigan cuáles fueron las causas que provocaron la muerte de la mujer.

En tanto, se supo que el cuerpo de Luis Genignani estaba sobre la cama en una habitación en posición fetal pero no se advertían, al menos a simple vista, signos de violencia como para sospechar de un homicidio. A su alrededor, además de un gran desorden, solo permanecían un par de gatos.

Aparentemente, señalaron, el sexagenario padecía del denominado Síndrome de Diógenes (un trastorno del comportamiento humano, en el que las personas acumulan basura y objetos en el interior de sus domicilios).

El misterioso caso es investigado por la fiscal Andrea Verónica Palín.

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