Luego de la apertura de la barrera sanitaria, una provincia patagónica ofrece el asado a un 50 % menos
Tras 24 años de restricciones sanitarias, el ingreso de carne con hueso desde el norte del país derrumbó el precio del asado en Neuquén y Río Negro, generando un reacomodamiento del mercado y nuevas expectativas comerciales.
La histórica barrera sanitaria que impedía el ingreso de carne con hueso desde el norte del río Colorado comenzó a desdibujarse. Con la flexibilización impulsada por el gobierno nacional, carnicerías de Neuquén, General Roca, Viedma, Cipolletti y otras localidades empezaron a ofrecer cortes como el asado con hueso a precios que representan una baja del 50% respecto al valor previo en góndola.
Un cambio que sacude el mercado cárnico patagónico
En algunas cadenas reconocidas, como Perticone y Alcorta y Gatica, el kilo de asado con hueso ya se vende a 11.999 pesos, frente a los 17.850 pesos que marcaba el INTA para el corte sin hueso. Esta reducción del precio responde a una mayor oferta, que por años fue limitada por la condición sanitaria de la región, declarada libre de aftosa sin vacunación desde 2001.
Según operadores del mercado, la estructura de precios en la Patagonia estaba artificialmente elevada. La apertura no sólo permite mayor competencia, sino que legaliza un circuito que ya existía de forma clandestina, con carne que ingresaba sin control desde otras regiones.
Caída en la faena y cambio en los hábitos de consumo
El SENASA informó una caída del 24% en la faena regional durante los primeros meses del año, equivalente a 18.000 cabezas menos, lo que agudizó la presión sobre los precios. A esto se suman las condiciones estacionales: menor consumo en invierno y precios altos que empujaron al público a buscar alternativas más económicas.
Frente a ese contexto, la carne del norte ofrece cortes como el costillar de vaca a menor precio, aunque con diferencias en calidad y grasa, especialmente en animales de mayor tamaño. Las carnicerías del Alto Valle ya comenzaron a recibir ofertas de frigoríficos de Córdoba y Buenos Aires.
Actualmente, la flexibilización de la barrera beneficia a mayoristas y supermercados que ya trabajaban con carne envasada proveniente del norte del país. Las carnicerías independientes aún no pueden acceder, ya que dependen de media res local, que sigue regulada por las condiciones sanitarias tradicionales.
Desde el SENASA aclararon que la carne con hueso está autorizada solo para operadores que ya traían carne sin hueso. Por eso, aún hay incertidumbre entre comerciantes chicos, que esperan un cambio más amplio para poder ofrecer precios más competitivos.
El dato: asado más barato, pero ¿de qué calidad?
Los carniceros reconocen que parte del producto ya circula, aunque algunos advierten que la carne es más grasa y no tan tierna como la del sur. Aun así, en Neuquén ya se consigue por $12.000 el kilo, frente a los $20.000 que costaba el corte patagónico hace apenas un mes.
Además, se espera el arribo de mollejas estadounidenses, cortes considerados premium, que podrían diversificar la oferta y bajar aún más los precios de alta gama, en un segmento que por años tuvo poca competencia.
