Loan cumple 6 años y aún no hay rastros de su paradero: cómo sigue la búsqueda y qué pasó con su familia
Este jueves, el pequeño debería festejar un nuevo cumpleaños; sin embargo, a once meses de su desaparición, su paradero sigue siendo un misterio.
Este jueves 8 de mayo de 2025, Loan Danilo Peña cumpliría seis años, pero su ausencia pesa más que nunca en el pequeño paraje de 9 de Julio, provincia de Corrientes.
A casi once meses de su desaparición, la familia, la comunidad y un país entero siguen sin respuestas, envueltos en una angustia que no cesa y en un reclamo constante por su aparición con vida.
UN NIÑO DE PUEBLO: LA INFANCIA DE LOAN PEÑA
Loan nació el 8 de mayo de 2019 en 9 de Julio, un paraje rural que se caracteriza por su tranquilidad, caminos de tierra y un ritmo de vida pausado donde todos se conocen. Allí, Loan creció rodeado de naturaleza, junto a sus padres, José y María, y sus hermanos. Su infancia transcurría en contacto con la tierra, en un entorno donde los juegos al aire libre, las meriendas con mate y la compañía de primos y amigos eran parte cotidiana de su vida.
A sus cinco años, Loan asistía al jardín de infantes de la Escuela N° 137 Pedro Benjamín Serrano. Era un niño sano, con una personalidad tranquila y muy apegado a su familia. Medía aproximadamente 90 centímetros, pesaba 26 kilos, tenía tez trigueña, cabello castaño oscuro y ojos marrones. Un detalle distintivo que lo hacía reconocible era una cicatriz en la cabeza, justo donde tiene un remolino, una marca que se convirtió en clave para su identificación.
14 DE JUNIO DE 2024, EL DÍA QUE CAMBIÓ TODO
El jueves 13 de junio de 2024 marcó un antes y un después en la vida de la familia Peña y de toda la comunidad de 9 de Julio. Ese día, Loan fue a visitar a su abuela Catalina Peña, una mujer de 87 años que vive en una tapera en la zona rural.
Aquella vez, compartió el almuerzo con su padre, sus tíos y varios primos. Luego, durante la siesta, los niños fueron a buscar naranjas a un campo cercano, acompañados por adultos. Fue la última vez que se lo vio.
Desde ese momento, la desaparición de Loan se convirtió en un misterio que paralizó al pueblo y conmovió al país. En el frente de la casa familiar, aún se mantienen los carteles con su foto, un recordatorio constante de la ausencia y la incertidumbre.
La comunidad, las fuerzas de seguridad y organismos nacionales se volcaron de lleno a la búsqueda de Loan. Sin embargo, hasta la fecha no hay certezas sobre su paradero. La causa judicial avanzó con la detención de varios sospechosos, entre ellos Walter Adrián Maciel, excomisario de la policía local, quien fue involucrado en el caso. Tras su detención, el comisario fue reemplazado por Guillermo Lencina, quien intenta poner orden en una fuerza policial afectada psicológicamente por lo sucedido.
Los efectivos ahora tienen una nueva tarea: custodiar a los alumnos de la escuela, acompañándolos a la salida y cortando el tránsito para garantizar su seguridad. Además, se les prohíbe portar celulares para evitar situaciones confusas o sospechosas, en referencia a las fotos que Maciel tomaba de los niños al salir del colegio.
Pese a los múltiples rastrillajes y la colaboración de autoridades nacionales e internacionales, incluida la policía paraguaya, no se ha logrado avanzar en la localización de Loan. La causa sigue abierta y compleja, con interrogantes que aún no encuentran respuesta.
EL IMPACTO DE LA COMUNIDAD: MIEDO, SOSPECHAS Y SILENCIO
La desaparición de Loan no solo paralizó a 9 de Julio, sino que también generó un clima de miedo y desconfianza. En redes sociales, medios nacionales y en las calles de ciudades lejanas, miles de argentinos siguen atentos cada novedad del caso. Sin embargo, en el pueblo, el apoyo a la familia ha disminuido con el tiempo.
Según el papá de Loan, “ya el año pasado la gente empezó a darnos la espalda y no sabemos por qué. Es posible que sea por miedo”. Una vecina del lugar expresó sus dudas sobre la actitud de algunos hermanos de Loan, quienes tras la desaparición abrieron comercios y adquirieron vehículos, hechos que generaron sospechas en el pueblo. “Se los ve vestidos con ropas de buenas marcas, en los bailes, como si ya se hubiesen olvidado de su hermanito”, comentó.
Estas tensiones reflejan el impacto profundo que la desaparición ha tenido en la dinámica social del paraje, donde la incertidumbre y el dolor conviven con el temor y las sospechas.
QUIÉNES SON LOS IMPUTADOS POR EL CASO LOAN
En diciembre de 2024, la titular del Juzgado Federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, procesó con prisión preventiva a siete imputados en orden al delito de sustracción de menor de 10 años en calidad de coautores, en el marco de la causa que investiga la desaparición de Loan Danilo Peña (5) en la provincia de Corrientes.
La medida fue en línea con el pedido que había realizado el 27 de noviembre pasado el fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, junto a los cotitulares de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), a cargo de la fiscal federal Alejandra Mángano y el fiscal general Marcelo Colombo.
Los procesamientos recayeron sobre Bernardino Antonio Benítez, Laudelina Peña (tía de Loan), María Victoria Caillava y su esposo Carlos Guido Pérez, Daniel Oscar Ramírez y su pareja Mónica del Carmen Millapi.
En el caso del séptimo detenido, el comisario Walter Adrián Maciel, -quien hasta ahora solo estaba imputado por encubrimiento agravado- su situación se agravó ya que la jueza lo procesó como partícipe necesario del delito de sustracción y ocultamiento de un menor de 10 años, en concurso ideal con encubrimiento por favorecimiento real, calificado por la gravedad del delito precedente y su calidad de funcionario público, en carácter de autor.
LA FAMILIA PEÑA: ESPERANZA Y RESISTENCIA EN MEDIO DEL DOLOR
La familia de Loan sigue firme en su búsqueda. La madre, María, expresó en diálogo con el periodista Ernesto Azarkevich, de Clarín: “Ojalá alguien se arrepienta en su cumpleaños y cuente la verdad”. Recordó con tristeza que el día anterior a su cumpleaños, Loan les decía: “mañana voy a tener mi torta”. “Le gustaba soplar la velita pero no comer torta”, agregó.
En medio del dolor que no cesa, los padres cambiaron su forma de reclamar por la aparición de su hijo y contrataron al perito José Mazzei para que los asesore en la búsqueda. La familia no está sola en su lucha, pero enfrenta también el aislamiento social y la incomprensión.
La abuela Catalina Peña, a punto de cumplir 89 años, sigue viviendo en la casa donde fue visto por última vez Loan. Su dolor es inmenso y su compañía se ha reducido a pocas visitas, principalmente de su hijo José y de Bernardino, uno de sus nietos que viajó desde Buenos Aires para acompañarla en su cumpleaños. Catalina mantiene viva la esperanza a través de la fe, rezando diariamente en un altar con imágenes de San Antonio y Santa Librada. “Hasta ahora me vienen fallando mis santos”, se lamenta con tristeza.
UN PUEBLO QUE YA NO ES EL MISMO
Desde la desaparición de Loan, la vida en 9 de Julio cambió radicalmente. Los niños ya no juegan en la plaza ni circulan solos por las calles. Los padres los acompañan o los retiran personalmente de la escuela. La plaza está vacía y el silencio pesa en el aire.
La policía local, afectada psicológicamente, trabaja bajo nuevas directrices para evitar errores y sospechas, intentando recuperar la confianza de la comunidad. Sin embargo, el miedo persiste y la sombra de la desaparición sigue presente en cada rincón.
Loan Peña no es solo un nombre ni una estadística. Es un niño de pueblo, con sueños, juegos y una familia que lo espera con el corazón roto. Su historia interpela a toda la sociedad argentina, que sigue exigiendo respuestas y justicia.
En este día tan especial, cuando debería celebrarse su cumpleaños número seis, la ausencia de Loan se siente más fuerte que nunca. La esperanza de encontrarlo con vida sigue viva, pero el tiempo corre y la angustia crece. Su historia es un llamado urgente a no olvidar, a no bajar los brazos y a seguir buscando la verdad, para que ningún niño más desaparezca sin que el país se movilice con la fuerza que este caso merece.
