Lo atormentaba una rara enfermedad: conmoción en la Patagonia por la muerte de un nene de 13 años
El pequeño de 13 años padecía una enfermedad genética degenerativa. El municipio decretó duelo oficial, y la comunidad educativa y sanitaria destacó su valentía y el acompañamiento familiar.
La ciudad de Andacollo atraviesa días de profunda tristeza tras el fallecimiento de Ryan Barros, un niño de 13 años que luchaba contra una enfermedad poco frecuente y progresiva. Su partida generó una conmoción generalizada, no solo por la corta edad del niño, sino por el enorme cariño que supo despertar en su comunidad. La Municipalidad decretó 48 horas de duelo y habilitó el salón cultural para su despedida.
Ryan padecía mucopolisacaridosis tipo 3A, una enfermedad genética degenerativa que fue minando su salud en los últimos años. Hijo de Johana Cire y Manuel Barros, empleado municipal, Ryan recibió cuidados paliativos en su hogar, acompañado por su familia, el personal médico del Hospital de Andacollo y docentes de la Escuela Ruca Peuma. “Fue un niño muy valiente, que luchó hasta lo último. Llegó a nuestras vidas para llenarlas de amor”, expresó su tía, Melisa Cire, visiblemente emocionada.
La Municipalidad de Andacollo oficializó el duelo mediante el Decreto Nº 146/25, firmado por el intendente Manuel San Martín. Si bien no se suspendieron las actividades, se estableció un período de acompañamiento institucional. “La decisión responde al compromiso de la administración local de estar cerca de quienes atraviesan momentos tan dolorosos”, señalaron. El gesto institucional también fue un reconocimiento al vínculo del niño con varias personas del ámbito municipal, entre ellos la concejala Dominga Barros, su tía.
Desde la Escuela Especial N°16, donde Ryan inició su trayecto educativo, recordaron su historia con amor y gratitud. “A pesar de las dificultades, construimos puentes para seguir cerca: videollamadas, visitas, materiales especiales. Nunca dejamos de acompañarlo”, relató Valeria Lucero Sosa, su directora. La escuela también participó activamente en la etapa en que Ryan dejó de asistir presencialmente, garantizando que siguiera vinculado a su proceso educativo desde su hogar.
La historia de Ryan también se transformó en inspiración. La comunidad educativa escribió un libro titulado “Nuestro Principito Ryan”, donde relataron sus experiencias, aprendizajes y emociones compartidas junto al pequeño. “Estamos convencidos de que le brindamos lo mejor, con ternura y compromiso. Nos quedamos con su sonrisa, su mirada y su fuerza”, dijo una de sus docentes.
La sepultura de Ryan se realizará este martes a las 10 en el Cementerio de Andacollo.
