COMODORO RIVADAVIA (Por Raúl Figueroa / Especial para ADNSUR) - Con 24 cortes de agua concretados para “recuperar reservas” desde el 29 de octubre último –con casi un mes por delante de alto consumo todavía- todo indica que Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia sufrirán una nueva frustración en cuanto a los plazos de la “repotenciación del acueducto”: lejos de terminarse en marzo o abril, como se había anunciado meses atrás, las nuevas previsiones hablan de “agosto”.
Esto será siempre que se resuelva el conflicto planteado por el intendente sarmientino Ricardo Britapaja y no surjan nuevas demoras en la de por sí interminable obra. No es el único problema: el lago Musters sigue retrocediendo y la toma 1 está a punto de colapsar, aunque en este caso las nuevas bombas de la toma 2 servirán al menos para mantener el mismo caudal que, con alrededor de 5.000 metros cúbicos por hora, sigue siendo insuficiente para evitar la temporada de cortes.
“Y mientras tanto, el sol se muere/Y no parece importarnos…” grita el Indio Solari en una de sus poderosas canciones. Similar frase podría aplicarse para el retroceso de los espejos de agua de la región: no ya solamente la sequía del lago Colhué Huapi (y su grave impacto ambiental), sino la pérdida de superficie del lago Musters, en el que se encuentran las tomas de ambos acueductos.
Ha sido frustrante observar cómo durante los meses de septiembre y octubre último los legisladores nacionales que representan a Chubut  no lograron convencer a sus pares para que la obra de regulación en el lago Fontana, proyectada desde hace varias décadas (a fin de evitar las mayores pérdidas por evaporación), pudiera ser incluida con una partida mínima en el presupuesto nacional 2017, sobre un proyecto que se estima en menos de 200 millones de pesos.
No se puede influir sobre el régimen de lluvias o nieve en la cordillera en el oeste provincial, pero sí instar las discusiones capaces de enfocar los problemas prioritarios de una región –en el área costera- que parece abandonada a los caprichos del cambio climático.
Sería lindo que, por ejemplo, la zona sur de la provincia hubiera accedido a parte del financiamiento de esta obra, así como felizmente el valle podrá contar con 675 millones de pesos para el proyecto de riego en la “meseta intermedia”, en una previsión presupuestaria que asigna un total de 5.000 millones.
Además de la meteorología, resulta difícil entender por qué a veces el Estado tarda tanto en ejercer el real control sobre el manejo de recursos esenciales, en este caso el agua. En los últimos días, según confiaron fuentes a ADNSUR, una inspección realizada por el IPA Sarmiento logró restablecer el cauce del río Senguer, para su acceso al lago Musters, que había sido derivado por el falso Senguer para el riego de campos de la zona: “prácticamente no estaba entrando agua al lago, porque se estaban desviado 20.000 metros cúbicos por hora, que es casi el caudal normal de esta época del año”, dijo uno de los técnicos que conoce el tema. La pregunta es: ¿se resolvió definitivamente, o al pasar algunas semanas el cauce vuelve a desviarse?

EL COLAPSO DE UNA BOMBA

 

La acción fue impulsada a partir del grave retroceso de los márgenes de agua del lago Musters. Esto derivó en el casi colapso de la toma 1 del lago (literalmente, la bomba comenzó a “chupar aire”), en la que se abastece el viejo acueducto que llega hasta la ciudad, construido en la década del 60.
En virtud de esa situación de crisis, una de las acciones que se concretó desde el Ministerio de Infraestructura de la provincia fue la ampliación de las bombas ubicadas en la toma 2, ubicada prácticamente sobre el lecho del lago: en este caso, se logró ampliar el bombeo, que antes era de 3.000 metros cúbico por hora, hasta los 5.000 m.3/hora que puede transportar actualmente el sistema integrado por ambos acueductos.
No es la solución definitiva, pero al menos posibilita que el problema se mantenga en los límites actuales: de 24 cortes en lo que va de la temporada, a un promedio de más de dos por semana… siempre se puede estar peor.
 
EL DÉFICIT
 
Para el déficit actual de 2.000 cúbicos por hora, supuestamente, la solución llegaría de la mano de la repotenciación del acueducto, obra cuya complejidad parece ya a estas alturas no limitarse sólo a su rebuscado nombre.
En concreto, el intendente Ricardo Britapaja todavía no firmó la autorización de paso de los 400 metros de caños adicionales que deberían pasar por el ejido de ese municipio. Cierto es que sólo se le presentó solamente un croquis, pero quienes conocen de planos y el tipo de estudio que requiere cada proyecto, argumentan: “es lógico, porque los demás estudios se van a encargar (al costo que esto significa) una vez que tengamos la autorización de paso; si el Municipio nos dice que por ese lugar no se puede porque hay otras cañerías, habrá que modificar la traza y hacer los estudios por donde se asigne el paso definitivo”.
Detalles técnicos al margen, quienes dialogan con el intendente sarmientino saben que éste asumió un posicionamiento político, por el que argumenta que la Cooperativa no tiene derecho a cobrarle la deuda que el Municipio de esa ciudad tiene con la prestadora del servicio, por un monto del orden de los 7 millones de pesos.
Por el caso, la entidad comodorense ha entablado una demanda judicial contra el municipio vecino. Cierto es que esa postura fue iniciada por el ex intendente sarmientino, Sebastián Balocci, al que el gobernador Das Neves cuestionó en los últimos días por serun ñoqui de la Municipalidad de Comodoro”.
Más allá de la discusión legal en torno a si el municipio de Sarmiento es el “dueño del agua” y por tanto no debe pagar por su potabilización y distribución (también Comodoro se creía dueño del petróleo del país, pero los resultados están a la vista…) y del intercambio de chicanas, lo concreto es que las demoras se prolongan. Además,  la obra no está demorada sólo por los 400 metros faltantes, ya que quienes la recorren afirman que sólo falta un tendido de caños para concluirla.
Por otro lado, debería empezar a proyectarse la construcción de las cisternas adicionales: el día que haya un caudal de 7.000 metros cúbicos/hora en el acueducto (si ese día llega), faltarán tanques para almacenar el agua, de al menos otros 40.000 metros cúbicos adicionales, a un costo que hoy puede estimarse en más de 100 millones de pesos.
 
DEUDA ENTRE PROVINCIA Y SCPL
El otro componente del “problema líquido” es la deuda que la SCPL reclama a la provincia, por el mantenimiento del sistema acueducto. 
Esta se origina en el convenio firmado entre la provincia y la cooperativa en el 2013, que fuera refrendado por ley un año más tarde, pero en la semana que comienza las partes se sentarán a discutir sobre dos temas: la consolidación del monto y el cambio en las condiciones. En el primer ítem, se tendrán que poner de acuerdo, ya que la SCPL reclama 60 millones de pesos y la provincia reconoce sólo 30. 
El problema es que ante el incumplimiento de pagos, la cooperativa dejó de presentar facturas, a fin de evitar la generación de IVA y los desfases financieros que ello conlleva, según relatan quienes conocen de cerca la discusión.
Por otro lado, la gestión provincial también buscaría modificar algunas condiciones del convenio, ya que se transfirió la totalidad del costo de mantenimiento del sistema (que significaba alrededor de 4 millones de pesos por mes, al momento de la firma), apuntando a redistribuir el reparto de los costos.
Mientras tanto en la ciudad de la furia… mientras se discute el sexo de los ángeles y el sol se muere, el agua por aquí seguirá siendo escasa, no sólo en lo que queda de este verano.
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