Insólito: la caída de un árbol en un paso fronterizo patagónico hizo que más de 70 personas quedaran varadas
El corte de una fibra óptica paralizó el sistema migratorio y obligó a suspender el tránsito entre Argentina y Chile. Hay camiones y autos retenidos de ambos lados de la cordillera.
Una falla en el sistema de conectividad del complejo fronterizo Cardenal Samoré obligó a cerrar el paso internacional durante el fin de semana, dejando varadas a más de 75 personas en la ciudad chilena de Osorno. La interrupción fue provocada por la caída de un árbol que dañó la línea de fibra óptica, clave para el funcionamiento del sistema migratorio.
El paso Samoré es uno de los cruces más transitados entre Argentina y Chile, especialmente en la región sur. La delegada presidencial chilena, Claudia Pailalef, explicó que la Policía de Investigaciones (PDI) no puede realizar controles sin conexión digital, lo que obligó a interrumpir el tránsito de vehículos. En total, 27 camiones y 23 vehículos particulares esperan del lado chileno, mientras que del lado argentino hay 20 camiones y 130 vehículos esperando cruzar a Chile.
Del lado chileno, el impacto también alcanzó a los pasajeros de ómnibus. Vecinos de Bariloche informaron que más de 70 personas permanecen en la terminal de Osorno, aguardando una posible reactivación del servicio. Muchos debieron afrontar gastos imprevistos en alojamiento y comida, y permanecen en constante movimiento hacia la terminal, ante la posibilidad de que se retome el tránsito.
Las autoridades chilenas aún no han informado con precisión cuándo se restablecerá la conectividad en el complejo. Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los varados, que no reciben información clara ni certezas sobre los próximos pasos. “Cada hora que pasa se suman más personas a la lista de afectados”, comentó un viajero argentino que esperaba retornar al país.
A pesar del cierre del paso, la Ruta 215 que conecta Osorno con el complejo Samoré se encuentra en condiciones normales. Desde la Delegación Presidencial confirmaron que no hay árboles caídos ni otros obstáculos en la carretera. El problema radica exclusivamente en la operatividad digital del sistema migratorio que depende de la conexión a internet interrumpida por el árbol caído.
