COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Según los registros del INDEC relevados para este informe de ADNSUR, el impacto de la inflación acumulado en un 55% en el último año resulta más evidente en productos de primera necesidad, mientras que si la comparación se hace en un período más grande, por ejemplo a septiembre de 2017, los precios suben mucho más notoriamente sobre todo en aquellos de primera necesidad, como leche, pan, harina y carne.

El pan, por ejemplo, promediaba en $39,49 (tipo “Francés”) en la medición del IPC (Indice de Precios al Consumidor) en septiembre de 2017, para salta a $65,14 en el mismo mes de 2018 y llegar hasta los $93,29 en la medición divulgada este martes, correspondiente a septiembre 2019.

El incremento, en ese lapso de dos años, es de un 139%. El derivado sigue la evolución del precio de la harina, que arrancó la serie $12,06 en 2017, para elevarse a $28,33 en septiembre del año pasado y alcanzar los $40,05 en el último indicador. La evolución en dos años es incluso mayor a la del pan, ya que alcanza el 232%, mientras que en el último año la suba es del 41%.

En todos los casos, vale recordar, se toma como referencia el promedio de precios establecido por el INDEC para la Patagonia.

Algo similar ocurre con el litro de leche en sachet. Mientras promediaba los $25,08 en septiembre de 2017, se elevó a $30,58 en septiembre del año pasado, para llegar a $54,93 en la primavera actual. El aumento, en este caso, supera el 116% en dos años, mientras que en la medición interanual supera el 79%.

En cuanto a la carne, el registro refrenciado por el INDEC para la Patagonia permite conocer qué pasó con la “picada común”, que hace dos años cotizaba en torno a los $94,13, para elevarse levemente hasta los $131,11 en 2018 y saltar fuertemente hasta los $221,87 de septiembre 19. La diferencia en dos años es del 136%, acentuándose especialmente en el último año, con un 69%.

El pollo es otro producto alimenticio que sintió el cimbronazo del corrimiento de demanda, ya que ante la suba de la carne vacuna, hubo un incremento en la demanda de carnes blancas. Mientras en 2017 se conseguía un kilo de pollo en $54,64, en 2018 había saltado a $66,22, para escalar hasta los $102,70 en septiembre último. La suba alcanza el 88% en el lapso de dos años, mientras que en el último año es del 55%.

El arroz blanco simple según las mediciones del INDEC, arrancó en $26,52 en septiembre 2017, se elevó a $36,98 en 2018 y midió $57,83 este año. La suba bianual es del 118%, mientras que en la interanual es del 56%. Se trata de uno de los productos que se mantiene dentro del “promedio” de inflación patagónica del último año.

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