¿Quién no conoce a Froilán González? El hombre es un personaje histórico de Caleta Olivia, la ciudad del norte de Santa Cruz que tiene al Gorosito como su ícono máximo. Todo aquel que alguna vez cargó combustible en la estación de servicio San Carlos, en el ingreso norte a la ciudad, se encontró con este hombre de 1 metro 30 y pocas palabras que porta con orgullo su uniforme de despachante.

Froilán, por estos días, está realizando sus últimos servicios, despidiéndose de ese oficio que realizó durante los últimos 25 años en la estación de servicio de la empresa Otamendi & CIA.

Este viernes, Froilo, como lo conocen sus afectos, tuvo su despedida. Sus compañeros de trabajo, quienes compartieron los últimos años, le rindieron homenaje, un momento cálido donde no faltaron elogios, recuerdos y, por supuesto, agradecimientos.

Este viernes Froilán tuvo su despedida. Durante 48 años trabajó en las estaciones de servicio de Caleta Olivia.
Este viernes Froilán tuvo su despedida. Durante 48 años trabajó en las estaciones de servicio de Caleta Olivia.

UN VECINO QUE EN CALETA CONOCEN TODOS

Froilán González tiene 65 años y nació un 13 de febrero de 1960 en Lago Posadas, un pequeño poblado de la zona oeste de Santa Cruz, fundado en 1959 con el nombre “Hipólito Yrigoyen”. Hijo de un peón de campo y una empleada doméstica, es el menor de tres hermanos: Macario, Viviana y Nodelia.

Cuenta que a los dos años ya vivía en Caleta Olivia. Como muchos, estudió en la centenaria Escuela 14, y como en su casa el bolsillo apretaba, tuvo que salir a trabajar de chico.

Con orgullo cuenta que fue vendedor de diarios. También trabajó en un taller donde se fabricaban colchones artesanales con lana de oveja y, desde 1978, forma parte del equipo de Otamendi & CIA.

Pasaron 48 años de aquel primer día de trabajo, pero lo recuerdo como si fuese ayer. “Entré un 30 de mayo de 1978. Todavía era Otamendi - Ossa y entré a través de mi hermano, que me consiguió trabajo. Comencé en limpieza. Limpiaba los sanitarios, las fosas, las herramientas, pero al mes me dieron una franela y una rejilla para que fuera aprendiendo a lavar. Y al poco tiempo me dejaron solo”, cuenta con orgullo. 

Froilán en tiempos de lavador. Foto: Archivo personal.
Froilán en tiempos de lavador. Foto: Archivo personal.

Froilán, durante más de 20 años, fue lavador en San Jorge, la primera estación de servicio que tuvo Caleta Olivia. Muchos recuerdan haberlo visto lavando vehículos en diferentes etapas del lavadero, entre ellas, cuando estaba el autolavado, una tecnología que fue furor en su época. Por supuesto, él también lo recuerda. 

“Fue una linda época. Con mi metro 30 no tuve impedimento para lavar un auto, un camión o un colectivo. Eso lo vio la empresa y seguí trabajando hasta que tuve la posibilidad de pasar a playa y ya me quedé ahí”.

A fines del 2000, Froilo pasó a la playa y comenzó a despachar combustible, siendo la estación San Carlos su segunda casa. A la distancia, González está agradecido por todo lo que vivió como despachante de combustible, no solo porque pudo trabajar y progresar, sino también por la gente que conoció en el camino.

“Siempre se abrieron muchas puertas y conocí a mucha gente en el trabajo. Además, a través de esto tuve la oportunidad de tener mi casa, mis cosas, lo que cada persona quiere en la vida. También viajar, juntarme con amigos o mi familia. Todas esas cosas me llevo de acá adentro porque siempre hubo un clima laboral hermoso, tengo buenos compañeros; hoy por hoy, algunos ya no están y me han tratado muy bien. Y lo que es la parte patronal, siempre también me trataron muy bien". 

"Estoy contento, porque por mi físico quizás en otra empresa no hubiera estado, pero para mí este laburo fue el ideal y lo cuidé mucho”, dice agradecido. 

Froilán junto a algunos de sus compañeros de trabajo. Foto: Archivo personal.
Froilán junto a algunos de sus compañeros de trabajo. Foto: Archivo personal.

Froilo no escatima en agradecimientos; reconoce que aprendió mucho de los más chicos, pero también que transmitió todo lo que pudo y lo que aprendió en el terreno de la experiencia.

Con 65 años, admite que le gusta su trabajo, pero siente que es momento de retirarse. “Cumplí una etapa de mi vida y ahora viene el descanso. Muchos dicen que te vas a aburrir. Sí, seguro, porque no es un día que estoy aquí. Son 48 años, pero va a ser saber que hoy no tengo que ir a trabajar o levantarme temprano. Ya lo hice, ya mi vida está realizada”.

Froilán es de pocas palabras, pero dejó una huella en quienes trabajaron con él. Sus propios compañeros de trabajo se lo demostraron en la despedida del viernes y a través de un video con el que lo homenajearon. Así, el histórico vecino de Caleta Olivia se despide de su labor, prometiendo seguir siendo el mismo vecino de perfil bajo y sencillo, el compañero que va a volver y un santacruceño de pura cepa.

Otamendi y Cía SRL on Instagram: "Llegó el momento de la Jubilación para Froilo 👏 👉 Froilan González es un histórico de Otamendi & CIA. Hizo limpieza, fue lavador y despachante de combustible durante los últimos 25 años en la Estación San Carlos, su segunda casa. También es un vecino muy querido por la comunidad de Caleta Olivia. Sin duda, te vamos a extrañar Froilo, por tu compañerismo, tu sencillez y tu compromiso ¡Feliz Jubilación! 💙 #GraciasFroilán #OrgulloOtamendi #Jubilación #CaletaOlivia #DespachoConHistoria #48AñosDeTrabajo #OtamendiYCIA"
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