Un clásico de Trelew, que convoca a cientos de familias todos los domingos en la Laguna Chiquichano, corre peligro: el choripán, unos de los pocos lujos que se pueden dar los vecinos de los barrios, en estos tiempos difíciles, podría llegar a causarles una indigestión.

Todas las tardes, cuando se apagan los últimos rayos de sol, en el parque se empieza a sentir el humo de los choripanes en los tambores. Los días de semana, los asadores prenden el fuego desde la tarde, con el carro infaltable estacionado en el cordón de la vereda.

Todos los fines de semana la Laguna Chiquichano se llena de gente que recorre la feria y almuerza en los puestos de comida rápida. Foto: Municipalidad de Trelew
Todos los fines de semana la Laguna Chiquichano se llena de gente que recorre la feria y almuerza en los puestos de comida rápida. Foto: Municipalidad de Trelew

Los sábados y domingos, la Laguna explota de familias que hacen fila para comer un choripán, un pancho con mostaza, mayonesa y ketchup, o una hamburguesa completa con huevo, lechuga y tomate, acompañada por un cono de papas fritas.

Recientemente, la Municipalidad de Trelew, a través del área de Inspecciones Generales, cuyo titular es Héctor López, realizó un procedimiento junto con la Policía en el que descubrieron que hay puestos de comida rápida en pésimas condidiciones de higiene.

Esta ingrata sorpresa no deja de ser una verdadera amenaza para la gente que va a pasar el día confiada a comer el popular “chori” o una hamburguesa.

En el operativo, las autoridades relevaron ocho puestos de comida en la Laguna en los que detectaron irregularidades y les labraron actas para que mejoren las condiciones de salubridad.

Uno de los puestos de comida rápida de la Laguna Chiquichano se encuentra en condiciones de higiene deplorables. Foto: Policía del Chubut
Uno de los puestos de comida rápida de la Laguna Chiquichano se encuentra en condiciones de higiene deplorables. Foto: Policía del Chubut

Las comidas rápidas son una de las fuentes de trabajo para los vecinos de Trelew que se la rebuscan en estos tiempos de crisis. En los últimos años, los denominados food trucks -algunos improvisados- proliferaron en todas las plazas y la Laguna no es la excepción.

También, al igual que ocurre en las grandes ciudades, los puestos de comidas de la laguna innovan con ingeniosos decorados y productos de pastelería, que conviven con los puestos de comida rápida. 

El cuadro de domingo bajo el sol lo completan las mesas con los feriantes que ofrecen ropa, plantas, artículos de electrónica y accesorios más baratos en estos tiempos de vacas flacas.

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