El municipio de Comodoro destinará 1.068 millones de pesos para obras de cerramiento del Estadio del Centenario
El municipio firmó con la UTE conformada por las empresas Esuvial y CPC un acuerdo por 1.068 millones de pesos para la realización de trabajos en la obra ‘Estadio del Centenario’, que consistirían en el cerramiento de las instalaciones actuales, según lo que se había anunciado meses atrás.
La resolución 362 fue publicada en el Boletín Oficial y sostiene que el valor referido tuvo una cotización original de 1.087 millones de pesos, pero se aplicó un descuento del 10%, sobre valores cotizados en junio del año pasado.
“Hablamos de un resguardo de la obra realizada, una cobertura del techo y un cerramiento”, había expresado el secretario de Infraestructura, Luis Romero, luego de una reunión mantenida con el secretario general de la UOCRA, Raúl Silva, en septiembre pasado. En esa oportunidad, se acordó la continuidad del Estadio del Centenario y también el Centro de Encuentro de barrio Abel Amaya, como proyectos para generar alrededor de 60 puestos de trabajo.
El mismo funcionario descartó que por ahora pueda avanzarse en la finalización del estadio, sosteniendo la importancia de al menos lograr el cerramiento, mediante la colocación del techo y cerramientos de aberturas, para evitar los efectos de la salinidad y óxido sobre lo ya construido. La obra tiene actualmente algo más de un 50% de avance.
Un eslabón en la cadena de obras inconclusas
El Estadio del Centenario representa una de las obras más emblemáticas y polémicas de la ciudad. Iniciado el 18 de octubre de 2006, con el objetivo de conmemorar el centenario de la localidad, que se había celebrado en 2001, a partir de un compromiso del gobierno nacional, el proyecto ha atravesado múltiples etapas, con lentos avances y largos períodos de estancamiento.
La obra fue inicialmente presupuestada en 30 millones de pesos (unos 26.000 millones en la actualidad) y tenía como objetivo la construcción de un estadio con capacidad para albergar eventos deportivos y espectáculos masivos.
Sin embargo, el proyecto tuvo lentos avances y extensas paralizaciones. Aunque tenía un plazo de 540 días, los fondos dejaron de llegar a partir del año 2008, cuando las peleas del gobierno provincial encabezado por Mario Das Neves y su distanciamiento de Néstor y Cristina Kirchner comenzaron a ralear los fondos para obras públicas.
De todos modos, aquella causal política pudo explicar las demoras sólo hasta 2011. Además, hasta la paralización, Nación había desembolsado algo más del 50% del total de la obra, lo que implica que también hubo demoras por fuera de aquella pelea.
En 2011, al asumir la intendencia, Néstor Di Pierro dijo que conseguirían los fondos para terminar la obra o personalmente tomaría masa y cortafierros para empezar a demolerla. Previamente, en 2010, hubo cambios en la conformación empresaria a cargo del proyecto. La firma Torraca fue reemplazada por Esuvial, mientras que la firma CPC reemplazó a Edisud.
En 2013 hubo nuevos anuncios sobre el reinicio de la obra, que se esperaba para septiembre de aquel año. Algún movimiento hubo, porque llegaron las vigas y los techos, desde un fabricante cuya planta se ubica en la provincia de Mendoza; y también las ventanas, pero no hubo mayor avance de obra, salvo la colocación superpuesta de algunas de las cabreadas.
En ese período, el envío de fondos sumó alrededor de otros 30 millones de pesos, mientras que el cambio de gobierno de fines de 2015, al asumir Mauricio Macri, motivó una revisión que puso en duda los avances certificados hasta el momento (se habló de una "sobre certificación del 5 por ciento"), por lo que el expediente de la obra derivó en una denuncia ante la Oficina Anticorrupción, que a su vez trasladó los hechos a la justicia federal, por una presunta defraudación al Estado nacional. La causa judicial no arrojó resultados concretos.
Como resultado de esa nueva paralización, en 2018 el entonces intendente Carlos Linares decidió avanzar en la rescisión del contrato con la UTE encabezada por CPC, pero ésta apeló judicialmente esa medida, porque el contrato con el municipio volvió a tener vigencia.
En enero de 2022, el entonces intendente Juan Pablo Luque hizo un nuevo contrato, asumiendo el financiamiento por parte del Municipio, por lo que decidió destinar un monto de 1.000 millones de pesos para la finalización definitiva de la obra, que tampoco se terminó porque la inflación desactualizó rápidamente esos valores. Casualmente, el mismo monto que volverá a destinar ahora el municipio, pero esta vez para trabajos parciales, a la espera de conseguir financiamiento con la intención de, algún día, terminarlo.
