Desde su construcción en 1889 la Torre Eifell se ha convertido en uno de los íconos de la arquitectura universal, recibiendo cada año a miles de turistas de todo el mundo que se acercan hasta París para contemplarla.
Originalmente de 324 metros de altura, en los últimos días creció 7 metros para pasar a medir 330, a partir de la colocació de una antena en su pico.
"¡No he dejado de crecer desde 1889! Hoy celebramos un nuevo capítulo histórico: la instalación de una nueva antena que me hace crecer de 324 metros a 330 metros", manifiestó su cuenta oficial en redes sociales tras el hito.
Según se explicó, la compleja operación fue realizada en menos de 15 minutos a través de un helicóptero, que sobrevoló el monumento colocando el objeto.
Desde la base el trabajo era supervisado por coordinadores y expertos que se mantenían alertas ante cualquier imprevisto que pudiera suceder.
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Cabe destacar que el mismo se retrasó más de tres horas por pronóstico de lluvia y tormenta eléctrica que azotaba la capital francesa.
“Es un gran orgullo y en un lugar de gran experimentación tecnológica y científica”, aseguró tras el hecho Jean-François Martins, presidente de la compañía que llevó a cabo su realización.
El armado y organización de dicha antena duro mas de un año y costó un millón de euros, reveló, y permitirá que la ciudad acceda a la radio digital terrestre..