La grave situación quedó evidenciada en datos que marcaron una nueva referencia en la historia del lago, ya que la superficie de agua quedó a 61 centímetros por debajo del nivel operativo del sistema de bombeo de agua, para transportarla a través del denominado acueducto viejo.

La última vez que había alcanzado registros tan bajos fue en el año 1999, cuando la superficie había quedado 56 centímetros por debajo de la toma, según detalló Adolfo Carrizo, gerente de Recursos Hídricos de la SCPL.

Aunque por ahora se sigue transportando por un solo ducto el mismo caudal que habitualmente se transporta por dos, Carrizo no descartó que en las próximas semanas se pueda reducir la cantidad de agua disponible para potabilizar, ya que el período de descenso podría continuar varias semanas.

El año pasado, el descenso del nivel continuó hasta el mes de junio, debido a la escasez de lluvias que caracterizó al clima, con una marcada sequía, que incluso no aportó prácticamente nieve durante el invierno.

El lago Musters, en los niveles más bajos de la historia reciente: ¿Podría faltar agua para potabilizar y transportar por el único acueducto que aún funciona?

Aunque por ahora se pudo mantener el caudal que necesita la región, transportándose a través de una sola de las dos cañerías con las que cuenta el sistema, desde la SCPL no se descartó que en las próximas semanas la crisis pueda agravarse.

“Hoy estamos trayendo todavía la misma cantidad de agua para potabilizar que traíamos por los dos ductos, no se ha reducido en nada, pero si continúa este tiempo y como está el lago, en los próximos 10 ó 15 días podemos llegar a tener problemas y bajar los caudales”, es decir, “potabilizar menos agua hacia las distintas ciudades”, según explicó en diálogo con Actualidad 2.0.

 Carrizo no descartó que si en las próximas semanas vuelven las altas temperaturas y sube el consumo, se tendrían que incrementar los cortes de agua para recuperar reservas: “Es una posibilidad que está latente –reconoció-, no debemos dejar de preverla en un tiempo no muy lejano”.

Todo dependerá, en el contexto actual, de la evolución del clima, ya que si hubiera un otoño lluvioso y con temperaturas acordes a esa época del año, el problema podría empezar a descomprimirse.

Sin embargo, advirtió: “Hay una cantidad de días por delante en los que el lago va a seguir bajando y quizás tengamos inconvenientes con la toma del nuevo acueducto. No tenemos una estimación de cuántos centímetros más tendría que bajar el agua, estamos haciendo análisis sobre eso. En este momento el sistema está funcionando, pero podemos tener nuevos inconvenientes, porque estamos muy al límite”.

La necesidad del recambio de todo el trayecto de cañerías y los problemas de la repotenciación

La crisis hídrica trae otro riesgo, ya que hoy se está sobre exigiendo al ‘acueducto nuevo’, que tiene problemas por la insuficiente protección catódica, lo que se evidenció en las roturas sufridas en los últimos 5 años.

“Esto lo hablamos en su momento con las autoridades, sabemos que en un tiempo no muy lejano será necesario el recambio de todo el ducto –reconoció Carrizo-. Porque puede tener problemas una vez que se termine la obra de la repotenciación, con una mayor exigencia al sumarse más caudal”.

Indicó que si bien el intendente de Sarmiento habló de la rotura en un tramo de 70 kilómetros, “creemos que es mucho más, lo más importante es rever el ducto en su totalidad. La repotenciación tiene 16 años de atraso, pero además nos puede traer nuevos inconvenientes a la ciudad”.

Sin las bombas adicionales que se previeron en la emergencia hídrica  

Por otra parte, ha quedado en evidencia que las obras paliativas que Provincia comprometió en agosto último, cuando declaró la emergencia hídrica y asignó fondos específicos para colocar bombas adicionales, a fin de poder sostener el acueducto viejo en funcionamiento, no se han realizado.

Desde el gobierno provincial, el ministro de Infraestructura Gustavo Aguilera había comprometido meses atrás el inicio de estos trabajos, para realizarlos antes de que finalizar el verano, algo que ya no será cumplido, obviamente.

Por otra parte, se espera la convocatoria a la licitación para la obra del azud derivador del lago Fontana, una obra que será financiada por Nación y es de absoluta necesidad, pero que llevará varios años de ejecución y no resolverá los problemas de agua que la región seguirá sufriendo en los próximos veranos.

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