En Buenos Aires el cierre fue de $232, la cifra más alta desde enero de este año, superando los $226 que había cotizado el último martes 14 de junio. En lo que va del sexto mes del año, el billete acumula un incremento de 25 pesos y en Comodoro la cotización alcanzó a los $234, según uno de los sitios especializados que siguen la cotización.

La plaza local tiene siempre un diferencial de costos frente a lo que muestran las pizarras en el mercado porteño, por una cuestión de menor volumen.  Sin embargo, en esta oportunidad el mercado local tuvo otro comportamiento y según contó uno de los operadores de la plaza local ante la consulta de ADNSUR, en este caso la cotización se mantuvo en línea con lo que mostraba Buenos Aires.

De ese modo, en la mayoría de las operaciones se mantuvo en torno a los 234 pesos, porque “no había pesos en la plaza”, según se comentó al cierre de la jornada, ya que “se notó que mucha gente salió a vender dólares porque tenía que cerrar negocios pendientes (como compra de vehículos) y eso mantuvo el precio del dólar igual que en Buenos Aires, o incluso en algunos momentos por debajo”.  

La cotización y las causas de la economía nacional

Aunque sigue por debajo de la inflación acumulada en la primera mitad del año, la cotización del dólar ‘blue’ comenzó a moverse en las últimas semanas y este lunes volvió a dar un salto, según analistas por la reacción provocada en torno a medidas del BCRA tendientes a una mayor restricción y control de las importaciones, entre otras.

Hoy la brecha entre el billete libre y el oficial es de alrededor del 78%, aunque el retraso en la cotización se refleja en que en octubre de 2020, la brecha entre el paralelo y el oficial había alcanzado el 20%. Según datos brindados por el economista Marco Simoes, hasta la semana pasada la actualización del dólar había sido de un 20%, frente a una inflación cercana al 30% en los primeros cinco meses del año.

El Banco Central había anunciado este lunes una serie de medidas que en principio buscarían restringir importaciones de productos suntuosos y facilitar el acceso para la compra de insumos por parte de las pymes, que enfrentan distintas dificultades en esa operatoria.

En busca de evitar que se siga profundizando la pérdida de reservas, la medida pareció responder también, en términos políticos, al planteo de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien la semana pasada había cuestionado el “festival de importaciones”.   

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