El precio internacional del trigo alcanzó la semana pasada valores históricos en el mercado de Chicago al marcar una escalada de US$ 185 en ese período, con lo que ubicó apenas US$ 5 por debajo de superar los US$ 500 la tonelada, debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Si bien las mejoras en el precio del cereal tienen una repercusión positiva para los productores argentinos, el lado negativo es que esta situación también impacta en el mercado interno vía encarecimiento de la harina, lo que llevó al Gobierno nacional a poner en marcha medidas con la intención de desacoplar el precio internacional del local y morigerar sus efectos sobre la inflación.

El contrato de marzo del commodity agrícola cerró la semana pasada a US$ 495,31 la tonelada en la plaza bursátil estadounidense. Al comparar este valor con los US$ 309,75 que alcanzó el viernes previo, dio como resultado un salto del 59,91%, una suba inédita en la cotización del cereal.

En el plano local, las precios replicaron parcialmente el ascenso registrado a nivel internacional.

Así, los contratos de marzo y julio en el Matba/Rofex, subieron alrededor de US$ 48 por tonelada en la semana, mientras que los contratos para la cosecha nueva mejoraron US$ 39 hasta los US$ 298 la tonelada.

"El rally en los valores del trigo a nivel internacional es histórico", indicó el analista de mercado Juan Manuel Uberti, de la corredora de granos Grassi.

Rusia y Ucrania explican en conjunto casi el 30% de las exportaciones de trigo a nivel mundial, por lo que cualquier afectación que pueda tener la producción o la logística de embarques impacta en el mercado de granos.

Según detalló Uberti, en Ucrania "los puertos han suspendido los embarques, mientras que en Rusia es muy riesgoso y difícil comprar ante las sanciones comerciales y económicas que le han establecido las economías occidentales. Por lo tanto, la demanda se ha trasladado hacia otros orígenes, como Estados Unidos y Europa, recalentando los precios de una manera notable".

Más allá de la suba en los precios, lo concreto es que el trigo que se podría exportar desde la Argentina para captar estos valores no es mucho.

El saldo exportable del país es de 14,5 millones de toneladas, de las cuales 14 millones ya fueron adquiridas por el sector exportador, con Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por 13,6 millones de toneladas, por lo que no quedaría demasiado recorrido para originar más negocios.

Por otro lado, el conflicto también puso un signo de interrogación en el mercado de insumos, ya que Rusia es un importante productor y exportador de fertilizantes, lo que podría generar un aumento en los costos de cara a la próxima campaña del cereal en Argentina.

"El conflicto geopolítico y el consecuente nivel de precios aporta luces y sombras al mercado local. La duración del mismo es algo desconocido. La volatilidad en los precios estará presente, al ritmo de las noticias sobre mayor o menor tensión entre los países involucrados. A todo esto, hay que sumarle los elementos locales, donde la posibilidad de limitaciones está siempre latente", sintetizó Uberti.

Pero la suba de precios no solo puede ser leída como una oportunidad para generar un mayor ingreso de divisas o un incentivo de cara a la campaña que viene, sino que también tiene su impacto en los precios locales de los alimentos, cuestión que también se da a escala mundial.

"El aumento de los precios internacionales del trigo tiene sus efectos positivos, pero también tiene un efecto negativo en un contexto de inflación elevada en el país que es que tensiona al alza los precios internos", indicó a Télam el director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher.

En este sentido, Letcher indicó que "lo que está sucediendo hoy, sobre todo en la cadena de producción de pan, es que existen problemas de retención de grano y, por lo tanto, dificultadas para la compra de la harina", al mismo tiempo que remarcó que esta "tensión" en los precios se dará también en el aceite de girasol y en el maíz, lo cual puede repercutir en sectores como el avícola y en la ganadería.

De hecho, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, comentó a Télam durante la semana que el sector "está a la espera de una asistencia de trigo por parte de la exportación, más allá de seguir intentando por todos los medios convencer al productor de que venda el trigo, que es un gran momento para hacerlo", tras una reunión que mantuvo con el sector exportador y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en la cual se expuso el problema.

Asimismo, indicó que el precio de la bolsa de 25 kilos de harina pasó de $ 1.300 la semana pasada a $ 1.500 en estos días, al mismo tiempo que aseguró que hay pleno abastecimiento del producto

Entre las herramientas para desacoplar el precio internacional del trigo del local, el Gobierno anunció la constitución de un fideicomiso de 800.000 toneladas del grano hasta el 31 de enero de 2024 "para garantizar abastecimiento y precio de alimentos básicos como son los fideos secos y harina" comprendidos dentro del programa de Precios Cuidados,

Al respecto, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, dijo que el pan "requiere en lo inmediato otras 800.000 toneladas y hay que buscar los mecanismo de desacople", por lo cual "ahora empezamos una discusión con el tema del abastecimiento de otros rubros como el caso del pan".

Respecto al fideicomiso, Letcher lo consideró como una herramienta "interesante en el sentido de que permite, en un escenario como este, contener el precio en una discusión viable con el sector, pero el problema que tiene es que es parcial y no resuelve la retención del grano".

(Telam)

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