La nueva variante Ómicron del coronavirus afecta al mundo con una gran cantidad de contagios en las últimas semanas. Esto generó la detección de nuevos síntomas compatibles a la enfermedad, como el efluvio telógeno, que aparece luego de que el paciente recibe el alta.

Se trata de la pérdida del cabello por culpa de la debilitación de los folículos pilosos después de la exposición a una temperatura alta.

"Esta caída es más notable a los dos o tres meses después de haber tenido la enfermedad. Mechones de cabello salen al bañarse o al peinarse. Y esto puede mantenerse así de seis a nueve meses, antes de detenerse. El cabello vuelve a su aspecto normal y deja de caerse", explicaron desde AAD.

Efluvio telógeno, la secuela que deja la variante Ómicron: de qué se trata

Los especialistas estadounidenses también señalaron al estrés emocional como un factor para desencadenar efluvio telógeno "Aunque ver que el pelo se cae puede añadirse a su angustia, es recomendable hacer lo contrario y mantener la calma. Solo así dará la señal para que la caída se detenga", precisaron.

"El efluvio telógeno ha aumentado mucho a raíz de la pandemia, y si bien la infección viral es una causa, el estrés y desórdenes como la tricotilomanía (compulsión por arrancarse el pelo) tienen mucho que ver", explicó al respecto el especialista Manuel Briones, en diálogo con El Universal.

Briones recordó que "normalmente se nos caen entre 50 y 100 cabellos diarios" y "si está dentro de estos rangos, no tiene sentido preocuparse". Igualmente, los especialistas siempre recomiendan consultar con un especialista en caso de que se tengan dudas al respecto.

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