Diseñó esculturas de animales en Comodoro y presenta su impactante obra de dinosaurios en Trelew
Se trata de Tomás Schinelli, quien suma una nueva obra monumental para reforzar la identidad paleontológica en la zona. La estructura será inaugurada este martes 24 de junio en el centro de la ciudad del valle chubutense.
Desde hace más varios años, ciudades patagónicas como Trelew, Comodoro Rivadavia y Trevelin comenzaron a transformar su paisaje urbano con esculturas que reflejan su identidad cultural, su fauna nativa y su historia. Animales autóctonos como el guanaco, el choique o el zorro, y figuras fantásticas como dragones o criaturas marinas, se integran hoy al espacio público como símbolos del territorio.
Detrás de estas obras está Tomás Schinelli, un escultor autodidacta que dejó su carrera como ingeniero forestal para dedicarse por completo al arte en hierro. Bonaerense de origen pero radicado desde 1999 en la cordillera chubutense, primero en Esquel y luego en Trevelin, Schinelli es hoy uno de los artistas más prolíficos de la región. Su estilo rústico, a gran escala y profundamente artesanal, se distingue por su autenticidad y por la conexión emocional que logra con quienes se cruzan con sus esculturas.
Del dragón galés que escupe fuego en Trevelin a las ovejas de Río Mayo, pasando por la centolla de Caleta Córdova o el guanaco al costado de la Ruta 3 en Comodoro, sus obras encontraron lugar a lo largo de la Patagonia. En este contexto, se supo que este martes 24 de junio, inaugurarán una nueva obra que dialoga con la historia prehistórica de la región.
La ciudad de Trelew será escenario de una nueva escultura monumental de Tomás Schinelli. Se trata de un Tyrannotitan chubutensis de 13 metros de largo construido con estructura de hierro y revestimiento de chapa. En tanto, el dinosaurio, una de las especies carnívoras más imponentes descubiertas en la región, será instalado en un punto estratégico de la ciudad, que refuerza su vínculo con la paleontología y el turismo cultural.
LOS TRABAJOS DE SCHINELLI Y COMO EMPEZÓ SU CARRERA ARTÍSTICA
Schinelli lleva una gran cantidad de esculturas realizadas, muchas de ellas distribuidas en espacios públicos de Chubut. En Comodoro Rivadavia, por ejemplo, sus animales marinos como el pulpo del Paseo Costero, la centolla de Caleta Córdova, y un guanaco frente al Centro de Información Pública, embellecen el entorno urbano y fortalecen el lazo con el mar. Allí también pueden encontrarse ballenas, lobos marinos, cormoranes, zorros y choiques, todos realizados por él.
Su historia artística comenzó de manera casual. Mientras trabajaba en la Municipalidad de Trevelin, le ofrecieron hacer un pequeño dragón para la Oficina de Turismo. A partir de esa experiencia, comenzó a recibir encargos sin pausa. “Todo lo aprendí de forma autodidacta. Nunca fui buen soldador ni hice herrería tradicional. Lo mío fue siempre más a lo pampa: tallaba tizas de chico, hacía muebles con motosierra. Después fui mejorando”, contó alguna vez en diálogo con ADNSUR.
Sus esculturas se construyen bajo un método propio. Dibuja en el suelo con tiza la silueta del animal, arma el esqueleto metálico, y luego lo reviste con chapa siguiendo esas líneas. Todo lo hace a mano, sin herramientas digitales. “Lo primero es el estudio anatómico, después dibujo y recién ahí paso al volumen" explicó.
Entre sus obras más conocidas se destacan el dragón galés de Trevelin, que “escupe fuego” durante eventos turísticos; un Carnotauro en el acceso al Museo Egidio Feruglio de Trelew; y una réplica del Cristo Redentor inaugurada en Semana Santa. También tiene piezas en Buenos Aires, Neuquén, Villa La Angostura y hasta en Francia, donde una vez expuso y vendió una de sus obras.
Con información de Diario Jornada, redactada y editada po un periodista de ADNSUR
