Cómo ver la lluvia de estrellas más impresionante del año en la Patagonia: los consejos de los especialistas
Con meteoros brillantes y trazas largas en el cielo, esta lluvia de estrellas, originada por el asteroide Faetón, promete ser uno de los eventos más impresionantes del año, visible especialmente desde el hemisferio sur.
Hasta el 24 de diciembre, el cielo ofrece una de las lluvias de meteoros más impresionantes del año: las Gemínidas, que alcanzaron su máximo en la madrugada del 14 de diciembre.
Este fenómeno se produce cuando la Tierra atraviesa los fragmentos dejados por el asteroide Faetón, lo que hace que las Gemínidas sean más brillantes y visibles que otras lluvias de meteoros. En condiciones ideales, se pueden ver hasta 120 meteoros por hora, moviéndose a una velocidad de 12,500 km/h.
El físico Guillermo Abramson explicó que, a diferencia de otras lluvias de meteoros que provienen de cometas, las Gemínidas se originan en un asteroide. Las partículas que dejan son más densas y producen trazas largas en el cielo, lo que las hace especialmente llamativas.
Para disfrutar de este espectáculo, no se necesita equipo especial, solo paciencia. Se recomienda buscar un lugar oscuro y esperar al menos una hora para permitir que los ojos se adapten a la oscuridad. La mejor hora para observarlas es después de la medianoche. Aunque la luna llena podría reducir la visibilidad, la abundancia de meteoros garantiza que se verán bien, especialmente desde el hemisferio sur.
El lugar ideal para ver las Gemínidas es hacia el norte, aunque no es necesario fijarse en una zona específica del cielo. Abramson aconsejó tumbarse en una reposera, mirando hacia arriba, sin distracciones. “Es importante no mirar el celular, ya que la luz puede afectar la adaptación a la oscuridad”, añadió el especialista.
Es importante destacar, para aquellos amantes de las fotografías, que es posible captar el fenómeno dejando la cámara en exposición prolongada durante varios minutos.
El nombre de las Gemínidas proviene de la constelación de Géminis, desde donde parece originarse la lluvia. Además, Abramson recordó que el asteroide Faetón, que da lugar a este fenómeno, tiene un interesante origen mitológico: es hijo del dios Helios, quien, en la leyenda, perdió el control del carro solar que intentó conducir.
Con información de Diario Río Negro, redactada y editada por un periodista de ADNSUR