COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Con los primeros fríos de la temporada comienzan a aparecer con más frecuencia accidentes, intoxicaciones y muertes vinculadas al monóxido de carbono, un gas venenoso que se genera por la mala combustión de los elementos más comunmente usados para calefaccionarnos, como el gas, la leña, el kerosene, entre otros. El monóxido de carbono no tiene color ni olor, por lo que se lo conoce como "el asesino invisible". Según remarca el Ministerio de Salud de la Nación, todas las muertes por monóxido de carbono se pueden prevenir a partir de un adecuado funcionamiento de los equipos de calefacción y una correcta ventilación de los ambientes.

Cada año mueren unas 200 personas por intoxicación por monóxido de carbono, un gas que mata a personas sanas que lo respiran en unas 3 o 4 horas, por lo cual resulta fundamental estar atento a los primeros síntomas del envenenamiento, y actuar rápidamente.

Uno de los primeros indicios, y los más habituales, del mal funcionamiento de las instalaciones o los artefactos a gas es la existencia de una llama naranja. La llama de las hornallas, calefactores, calefones y demás siempre debe ser de color azul, y la presencia del color naranja es señal de que no está quemando correctamente, por lo que se hace urgente la revisión del artefacto por un gasista matriculado.

También es notorio en un conducto de gas que no esté bien puesto o mal tapado, el rastro de una mancha negra en el techo y en la pared, en el recorrido que hace el caño.

¿COMO NOS INTOXICAMOS?

El Monóxido de Carbono se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como leña, carbón de leña, gas, kerosene, alcohol, gas oil, nafta. La inhalación e Intoxicación por Monóxido de Carbono produce que éste reemplace al oxígeno en el torrente sanguíneo. En consecuencia, la falta de oxígeno hace que sufran el corazón, el cerebro y el cuerpo.

SÍNTOMAS

Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Quienes tienen mayor riesgo de intoxicación son los niños pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores y las personas que habitan en zonas de gran altitud.

El principal riesgo de este tipo de intoxicación es que en muchos casos la persona no es consciente de los síntomas, que pueden ser:

  • Dolor de cabeza.
  • Náuseas o vómitos.
  • Mareos, acompañados de cansancio.
  • Letargo o confusión.
  • Desmayo o pérdida de conocimiento.
  • Alteraciones visuales.
  • Convulsiones.
  • Estado de coma.

Pueden producirse otros síntomas parecidos a una intoxicación alimentaria, un cuadro gripal, un problema neurológico o cardíaco. Es decir, ante la inhalación de este gas venenoso, puede parecer que la persona tiene otra patología, pero podría tratarse de una intoxicación por monóxido de carbono.

Ante los primeros síntomas, es necesario ventilar el ambiente y recurrir a un centro de salud u hospital y/o asistir a un servicio de emergencias médicas. Infórmele al personal médico sobre la sospecha de estar sufriendo intoxicación por Monóxido de Carbono.

PREVENIR Y CONTROLAR 

Para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono es elemental el control de las instalaciones y el buen funcionamiento de artefactos, así como es importante mantener los ambientes bien ventilados

Por esto, los calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles, motores de combustión interna en automóviles y motos, braseros, deben estar bien instalados y funcionar correctamente. Se debe recurrir a personal matriculado para identificar y corregir los desperfectos de la fuente generadora de monóxido de carbono.

Las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas no deben estar obstruidas y deben asegurar una buena ventilación. El calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados. También los ambientes deben estar bien ventilados y, aunque haga frío, ventilar la casa una vez al día al menos. Dejar siempre una puerta o ventana entreabierta, tanto de día como de noche, y aún cuando haga frío.

Si se encienden brasas o llamas de cualquier tipo, no dormir con éstas encendidas y apagarlas fuera de la casa, y no usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente.

Tampoco se debe mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor, ni encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en cuartos cerrados, en sótanos o garages. Por esto mismo, no mantener el motor del auto en funcionamiento cuando el garaje está cerrado, y si su garaje está conectado al resto de su hogar, cierre las puertas.

No arrojar al fuego plásticos, goma o metales porque desprenden gases y vapor que contaminan el aire.

ANTE LA SOSPECHA DE UNA INTOXICACIÓN POR MONOXIDO DE CARBONO

En primera instancia se debe sacar de ese ambiente a la persona afectada inmediatamente, permitirle tomar aire fresco, abrir ventanas y puertas, apagar los artefactos de gas y llamar al servicio de emergencia.  Nunca permanezca dentro de la casa.

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