La inestabilidad económica que se vive en el país afecta el comportamiento de los consumidores y es inevitable que se traslade a precios de materiales y mano de obra. ¿Cómo hacen los empresarios de la zona para que su negocio siga siendo rentable? Desde el programa de TV ‘Sin Hilo’ que se emite –en simultáneo- por canal 12 y ADNSUR, dos representantes del sector privado, como el director del Grupo Autosur, José Oroquieta, y el presidente del Consorcio del Parque Industrial de Trelew, Martín Castillo, explicaron el momento que se vive.

El empresario José Oroquieta, que dirige una empresa dedicada mayormente a la venta de vehículos con cuatro sucursales en Trelew, Puerto Madryn, Esquel y Comodoro Rivadavia, afirmó que “un buen empresario es el que se adapta a las circunstancias y no el que está despotricando todo el día contra lo que pasa”.

“El dólar está lo que el mercado lo convalida que esté y nuestra astucia pueda pasar en cómo seguimos generando negocios, cómo mantenemos nuestras fuentes de trabajo y cómo resguardamos el capital que hemos invertido en la zona”, señaló.

Para Oroquieta, “en estos escenarios preelectorales de incertidumbre, de volatilidad, de un poco de locura, estamos un poco más expuestos al riesgo y me parece que nuestras decisiones tienen que tender a reducir esa exposición, a tratar de contener las variables que podemos manejar porque hay muchas otras que están fuera de nuestro alcance”, admitió.

“Un buen empresario es el que se adapta a las circunstancias y no el que está despotricando todo el día contra lo que pasa”, según Oroquieta
“Un buen empresario es el que se adapta a las circunstancias y no el que está despotricando todo el día contra lo que pasa”, según Oroquieta

“Tenemos que tomar las mejores decisiones posibles para que nuestras organizaciones sigan funcionando y sigan cumpliendo con su objetivo, que es reportar bienestar a todos sus empleados, a su organización y generar recursos que nos permitan reinvertir y subsistir”, añadió.

Impacto del dólar

Oroquieta reconoció que “el dólar tiene un gran impacto al menos en nuestro rubro porque la competitividad es muy importante de cara a la primera parte de trabajo que hacen las terminales, que es fabricar autos. Muchos de esos autos son exportados desde la República Argentina. Eso da un dólar de exportación que equilibra una balanza y nos permite importar autos”.

Explicó que “como conjunción de esas cosas tenemos autos nacionales e importados que son los que podemos vender nosotros”, aunque “hay componentes de los vehículos que no se fabrican en el país, es decir, aquellos insumos que vienen del extranjero están necesariamente dolarizados. Por lo tanto, el dólar tiene una correlación directa”, indicó.

Admitió Oroquieta que “en un porcentaje, el impacto de las corridas bancarias se traslada a los precios, pero hay que analizar el rol del consumidor. Nuestra moneda convertible de curso legal que es el peso, no tiene una buena performance como unidad de ahorro, como resguardo de valor. Por lo tanto, el consumidor argentino está acostumbrado a que el ‘peso le queme’”.

En ese sentido, sostuvo que “el consumidor sale a gastar esos pesos en algún bien durable que le permita resguardar el valor y los automotores se están utilizando en Argentina como resguardo de valor. Eso es la contracara de la disparada del dólar”, reveló Oroquieta.

A pesar de la pérdida que sufren por el uso y el mantenimiento, dijo Oroquieta que “en los últimos años, con la falta de vehículos que hay porque la demanda a nivel mundial” hace que “se mantengan bien apreciados y por eso se convirtieron en un recuerdo de valor”, evaluó.

Por lo tanto, dijo que comprar un vehículo “todavía te conviene porque le ganas a la inflación” dado que “los autos en dólares están baratos y eso es una decisión muy racional”, pero aclaró “hay que comprarlo inteligentemente, con una tasa fija y en pesos” ya que en este contexto “subirte una tasa variable no es una buena idea ni es algo que recomendemos”.

Parque Industrial

Por su parte, Martín Castillo, presidente de la Cámara de Empresarios del Parque Industrial de Trelew, valoró que “el Parque Industrial de Trelew pasó a tener 130 empleados durante este año. En total, tenemos 2.137 empleados”, producto de la reconversión hacia los servicios vinculados a la actividad pesquera.

“El Parque Industrial de Trelew está reconvirtiéndose en esta nueva economía que tiene que ver con la pesca y el desarrollo de valor agregado. Son situaciones muy complicadas, tener varios tipos de cambio, muchos costos que se incrementan de la mano de la inflación. Toda la industria tiene que ver con el comercio exterior, el dólar está pisado y los costos aumentan en el ritmo que todos sabemos”, reconoció.

 “Nuestra industria se maneja con dólar oficial, pero el problema es que los costos están el triple que hace tres meses atrás”, indicó Castillo.
“Nuestra industria se maneja con dólar oficial, pero el problema es que los costos están el triple que hace tres meses atrás”, indicó Castillo.

En ese contexto, dijo que “las empresas estamos haciendo un esfuerzo para no perder competitividad porque el Parque Industrial Trelew puede ser un gran motor de desarrollo con algunas políticas locales y nacionales para que se puede reconvertir y generar una buena cantidad de puestos de trabajo”, afirmó.

En este punto del análisis, Castillo diferenció que “en nuestro caso que apuntamos a la industria, dependemos más del mercado internacional. Estos años son buenos para la Pesca. Más allá de la competitividad, se está invirtiendo, nuestros clientes ven los beneficios que genera invertir en infraestructura como estamos teniendo. Los clientes que hemos vendido en los últimos años incrementaron –enormemente- la captura, la eficiencia y sobre todo la calidad del producto”.

Incertirumbre

Explicó Castillo que su empresa BAAS pasó de hacer obra pública con el Estado hasta 2016 a buscar otra unidad de negocios, y hoy se dedican especialmente a infraestructura en puertos y plantas pesqueras. “Nuestra industria se maneja con dólar oficial, pero el problema es que los costos están el triple que hace tres meses atrás”, indicó.

Agregó que “tampoco hay disponibilidad a veces de materiales, y tenemos que ir acomodándonos a lo que hay, esperar que ingrese al país, o pagar precios que no son propios de nuestro contexto”, y ante esa situación y el impacto en el precio final, dijo que “un poco lo tenemos que absorber, otro poco lo peleamos con los proveedores y terminamos acordando, otro poco lo trasladamos al precio de nuestros clientes”.

Puso como ejemplo del momento de incertidumbre que “esta semana una empresa quería firmar un contrato en dólares que cotizamos hace 8 meses, y no se lo podemos hacer, porque no sabemos cual es el precio. Es ridículo, estamos rechazando trabajo porque no sabemos si vamos a poder cumplir con un precio fijado en el contrato”.

“Son situaciones que lamentablemente normalizamos, pero estamos acostumbrados en este país, aunque somos optimistas, creemos que esto se va a estabilizar y volveremos a crecer”, dijo Castillo.

Finalmente, indicó que hay maneras de afrontar las crisis que se aprenden con los años. En su caso “tenemos nuestra propia estructura de financiamiento para nuestras obras que fue desarrollo, un esfuerzo y un aprendizaje de financiar un colchón que se ha ido haciendo con el tiempo también. Es una forma de gestión de armar toda la estructura de la empresa como para poder ofrecerlo a nuestros clientes en un financiamiento directo”.

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