Campaña solidaria en Km.3: solicitan abrigos para donar a las familias más vulnerables
La Asociación Vecinal Mosconi recibe donaciones de ropa y calzado para familias trabajadoras del barrio y zonas aledañas. Cómo colaborar y quiénes son los destinatarios.
Con la llegada del invierno, la demanda de ropa de abrigo se multiplica en los barrios de Comodoro Rivadavia. En este contexto, referentes de la Vecinal Mosconi detallaron la crítica situación que enfrentan muchas familias trabajadoras.
“Llegó la época invernal y mucha gente necesita camperas. Los vecinos vienen a buscar leña con camperitas de algodón porque de abrigo no tienen”, explicaron.
El llamado es especialmente urgente para quienes trabajan en la intemperie: «Muchos son albañiles, así que si hay algo de ropa de trabajo para estar abrigados, y después todo tipo de pantalones, también zapatillas. Estamos juntando para todas las edades», agregaron.
Cómo funciona la red solidaria
La vecinal recibe donaciones en su sede (ubicada en calle Buque San Lorenzo 40) de lunes a viernes, de 10 a 12 horas, pero también coordina entregas a través del teléfono 297402989.
Las donaciones se distribuyen con un sistema organizado:
- Prioridad a familias registradas: “Tenemos un listado de gente, sabemos las edades de los niños. Si queda stock, contactamos en privado por teléfono”, aclararon.
- Recepción de vecinos de otras zonas: Aunque el foco está en Barrio Mosconi, también ayudan a familias de áreas cercanas que llegan buscando apoyo.
Perfil de los destinatarios: trabajadores informales en la cuerda floja
La nota distintiva de esta campaña es su destinatario principal: familias que, pese a tener empleo, no logran cubrir necesidades básicas.
Lo que siempre destaco de este barrio es que hay familias trabajadoras informales: albañiles, plomeros, electricistas. Tienen trabajo, pero no un sueldo seguro. En el día a día comen, pero a veces no les alcanza para lo extra
Esta realidad contrasta con la de otros barrios donde las necesidades pueden ser más extremas, pero no menos urgentes. “Acá la lucha es distinta: es gente que trabaja, pero el invierno los golpea igual”, remarcaron.
Mientras el termómetro baja, la solidaridad parece ser el único recurso para paliar la crisis. La vecinal insiste en que cada donación —por pequeña que sea— cambia realidades: "No es solo dar ropa; es dar dignidad. Que un albañil no tenga que elegir entre trabajar con frío o no trabajar".
