ESQUEL (ADNSUR) - Las torrenciales lluvias no dieron tregua ayer en Esquel. Hubo casas inundadas, muros de contención en barrios altos derrumbados; derrame de líquidos cloacales en algunas casas, y llamadas continuas a bomberos por parte de vecinos que necesitaban auxilio.

Tal vez haya sido el fenómeno más abundante de los últimos años, dado que comenzó cerca de la medianoche del jueves, y no cesó casi hasta media mañana del viernes, de manera muy copiosa. La avenida Alvear se mostró cargada por la crecida hasta la intersección con avenida Irigoyen.

El intendente Sergio Ongarato, junto a la secretaria de Desarrollo Social, Fabiana Vázquez, recorrieron sectores afectados por las intensas precipitaciones para evaluar la situación de distintas familias. Estuvieron abocados a la tarea de asistencia a los vecinos, personal de Protección Civil Municipal, Desarrollo Social y Obras Públicas. Por su lado los bomberos Voluntarios atendieron la demanda de casos puntuales, en su gran mayoría de anegamiento de viviendas.

RECORRIDA EN LOS BARRIOS

Ongarato señaló que no había evacuados, y de manera constante se monitoreaba la situación. Asimismo la secretaria de Desarrollo Social, Fabiana Vázquez, recordó el número telefónico del área, donde los vecinos pueden llamar, es el 454889. Alli se mantiene una guardia. Vázquez recalcó que ayer desde muy temprano se constituyó con su equipo de colaboradores en la Secretaría a su cargo, para salir a recorrer los barrios y asistiendo a las familias afectadas por las precipitaciones. Los inconvenientes principales se dieron por el ingreso de agua a las casas.

Según destaca Jornada, el municipio no debió hacer evacuaciones, y si se registraron auto-evacuaciones de vecinos que se reubicaron en domicilios de familiares. También cedieron algunos muros de contención en barrio Badén, y en una de las curvas del camino que lleva a Laguna La Zeta.

ARROYO DESBORDADO 

El arroyo Esquel, que atraviesa varios sectores barriales, en las primeras horas desbordó en tramos, dejando aislados a vecinos que necesitaban cruzar de un lado a otro por una pasarela a la altura del límite de los barrios Badén y LennartEnglund. En este último barrio hay varias familias en riesgo porque sus casas –precarias- están construídas al pie de un cerro, que ha tenido varios derrumbes de pesadas rocas.

Las condiciones climáticas no son favorables, ya que se anuncian nuevas lluvias y nieve hasta mañana domingo. Fabiana Vázquez indicó que la municipalidad cuenta con materiales, vehículos y todo lo que pueda hacer falta para atender otra eventual contingencia.

Esteban Bravo, coordinador municipal de Juntas Vecinales, salió temprano a recorrer barrios, para conocer la situación de los vecinos. Cuando regresó a su domicilio en barrio Buenos Aires, encontró su casa inundada.

Contó que la ciudad amaneció con un panorama muy complicado, con numerosas familias a las que les entró agua a la vivienda, y lo más grave, líquidos cloacales, como su caso.

“Salí a las 7 de la mañana, y cuando volví a las 9, encontré mi casa inundada. Me asistieron los bomberos y personal municipal, para sacar el agua con una bomba, porque en un dormitorio se acumularon 20 centímetros”, narró.

No obstante por la tarde seguía entrando agua desde una vivienda vecina. También hubo filtrado de líquidos cloacales en la casa de Bravo, mismo problema que tuvieron otros domicilios de barrio Buenos Aires.

BOMBEROS VOLUNTARIOS 

El Jefe del cuerpo de bomberos voluntarios, Miguel Andén, señaló en FM TiempoEsquel que a partir de las 5 de la mañana a las 14 horas, tuvieron aproximadamente 50 intervenciones, porque los pedidos de auxilio desde distintos barrios era constante.

Puntualizó que muchos casos se presentaron porque los vecinos no tomaron las precauciones con anticipación, con la limpieza de desagües y canaletas de las viviendas. Además, el agua se estanca en patios y busca drenar hacia el interior de las casas.

Recordó Andén que no recibían tantas llamadas por auxilio hace varios años. Con la caída de ceniza volcánica en mayo de 2008, fueron más de 100 las intervenciones de los voluntarios, y más atrás en el tiempo, la guardia atendió alrededor de 90 llamadas en el invierno de 1998, cuando una fuerte nevada complicó, incluso derribó el gimnasio municipal. El jefe bomberil aseguró que el cuartel cuenta con todos los elementos para actuar, y el personal a pleno.

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