CAPITAL FEDERAL - Bruce Rule es un analista de acústica marina de la Armada de Estados Unidos y es experto en accidentes de submarinos y eventos acústicos. A los tres días de la tragedia del ARA San Juan, que causó la muerte de 44 personas el 15 de noviembre de 2017, fue el primero en hablar de una explosión en un informe que el jefe del comando Sur de los Estados Unidos envió a la Armada argentina. Su aporte fue importante y parte de la operación de ubicación del San Juan se hizo a partir de su análisis. El buque Ocean Infinity utilizó el reporte de Rule, entre otras fuentes, para encontrar el lugar del naufragio y los restos del submarino argentino.

El experto de la marina estadounidense que vive en Louisville, Kentucky, señaló por escrito a Clarín que la fuerza de la explosión “mató al instante a toda la tripulación del San Juan, en aproximadamente 30 milisegundos” y que no está de acuerdo con algunos aspectos de lo que estableció la Comisión Bicameral de investigación el 18 de julio de este año, según detalló el matutino porteño. 

Rule fue uno de los investigadores de la tragedia del submarino estadounidense USS Scorpion, en 1968. Según el experto, así fue la secuencia del hundimiento del ARA San Juan:

“Antes de que el ARA San Juan se sumergiera a las 11.52 GMT (8.52 am de Argentina) del 15 de noviembre de 2017 para escapar de los peligrosos efectos de una tormenta severa, el submarino había enviado mensajes que confirmaban que la inundación del espacio correspondiente a la batería delantera había provocado un cortocircuito eléctrico en las celdas de la batería en ese compartimiento”.

Estos cortocircuitos separan cualquier agua que se encuentre presente allí en hidrógeno -un gas altamente explosivo, inodoro e incoloro- y oxígeno. El hidrógeno generado por las inundaciones en el San Juan se acumuló lentamente a niveles peligrosos alrededor de las 13.30 GMT (10.30 de Argentina), cuando una chispa estática producida por acciones de la tripulación o por maquinaria motorizada provocó que el hidrógeno explotara”.

“La fuerza de esa explosión mató al instante a toda la tripulación del San Juan en aproximadamente 30 milisegundos (0,030s). Como el tiempo mínimo para el reconocimiento humano de cualquier evento es entre 80-100 milisegundos, la tripulación no estaba al tanto del evento. Murieron sin experimentar dolor o ansiedad”.

“El San Juan, aún intacto, se hundió lentamente hasta colapsar (implosionar) a las 13.51 GMT (10.51, hora local) a una profundidad de 468 metros en 35 milisegundos. La fuerza de ese evento dividió al San Juan en varias secciones principales y creó una enorme señal acústica que se detectó a distancias de hasta 7.730 km. El análisis de esa señal detectada por sensores submarinos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares en los océanos Atlántico e Índico (CTBTO) confirmó la duración y la profundidad de la implosión y la liberación de energía: igual a una explosión de 5216 kg de TNT.

“El casco del San Juan, ahora en varias secciones principales, impactó en el fondo a aproximadamente 1353 GMT (10.53, hora local) en el borde de un cañón submarino a profundidades de entre 926 y 945 metros”.

El experto señaló, además, que no estaba de acuerdo con la hipótesis de la Comisión Investigadora bicameral sobre que el incendio fue de alguna manera controlado hasta que alguien abrió la puerta del compartimento de la batería para evaluar la situación, permitiendo que el fuego se expanda explosivamente a través del submarino.

“Si ese hubiera sido el caso –señaló Rule-, algún miembro de la tripulación seguramente habría liberado una boya a modo de señal de emergencia, y aparentemente nadie lo hizo. Esa es una fuerte evidencia de que el primer evento fue la explosión de hidrógeno la que mató a toda la tripulación en 30 milisegundos (0.030 s). Antes de la explosión, no hay razón para concluir que la tripulación estaba al tanto de algún problema”.

Además, Rule dijo que no está de acuerdo con la aseveración de que el submarino colapsó a una profundidad de entre 550 y 750 metros. “No hay evidencia que respalde esa estimación, mientras que los datos acústicos CTBTO confirman que la profundidad del colapso fue de 468 metros”.

Por otra parte, el experto advirtió que el informe no dice cómo murió la tripulación. “La evidencia es muy fuerte indicando que murieron instantáneamente (en menos de 0.030s) debido a la explosión de hidrógeno que se extendió por todo el submarino a una velocidad de 1400 milisegundos". 

Fuente: Clarín

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