CAPITAL FEDERAL - El enorme cráter de Batagaika -conocido como "la puerta al infierno"- no para de crece en la Siberia oriental de Rusia. Y eso preocupa a la comunidad científica internacional, especialmente a los geólogos. Es un verdadero ingreso al pasado, la entrada a lo más profundo de la Tierra. 

El temor es porque esa estructura de los montes Cherski, en la República de Sajá, Rusia, está aumentando, de manera alarmante, hasta 30 metros por año.

Pero ahora, además de misterio, se suma otro hecho inquietante conocido hace pocos días: la aparición de otro cráter de 50 metros de diámetro en la península de Yamal, al noroeste de Siberia, a más de 2.200 kilometros del Batagaika.

El nuevo cráter parece el agujero dejado por la caía de y posterior explosión de una bomba, pero no es eso lo que lo provocó. La respuesta al misterio está debajo de la superficie, en la tundra siberiana. Esa característica vegetación rusa está cubierta por permafrost, un suelo helado rico en metano.

Y el calentamiento global está provocando que el suelo comience a derretirse, liberando metano a la atmósfera. Malas noticias para el planeta, sin duda, ya que el metano es un gas de efecto invernadero aproximadamente 30 veces más potente que el dióxido de carbono. Y lo que sucedió fue ni más ni menos que una explosión natural.

​El metano es también el ingrediente principal del gas natural, que puede incendiarse o explotar cuando es sometido a altas presiones. Actualmente Siberia está atravesando un verano récord.

El hallazgo fue realizado a fines de julio, pero se dio a conocer días atrás cuando las cadenas de televisión rusas mostraron el enorme boquete generado en la tierra blanda de Yamal.

Este notable aumento de la temperatura y las inundaciones hicieron que el permafrost comenzara a derretirse, lo que preocupa a los científicos por los deslizamientos constantes de tierras que provoca en este terreno que tiene una formación similar a la de un barranco.

La destrucción del permafrost también está causando estragos en las poblaciones que habitan el Ártico. A medida que el permafrost se derrite, puede hundirse, erosionarse o simplemente inundar el paisaje creando formaciones pantanosas conocidas como termokarst

¿Cuál sería la solución? Para especialistas rusos este proceso seguirá su evolución si no se fortalecen sus paredes con algún método particular. Y hay que hacerlo rápidamente, según su diagnóstico.

Así es el cráter Batagaika, "La puerta al infierno" original, en los montes Cherski de la República de Sajá.
Así es el cráter Batagaika, "La puerta al infierno" original, en los montes Cherski de la República de Sajá.

Sue Natali, directora del programa Ártico en el Woodwell Climate Research Center, explicó a ese sitio que se ha visto un aumento del número de estos cráteres en la península de Yamal desde 2014. Y dijo que no ha habido suficientes episodios como para vincularlos a ninguna característica específica de esa zona, pero la estructura del permafrost y su gruesa capa de hielo además de la presencia generalizada de depósitos de gas natural podrían ser una posible explicación para la aparición de estos pozos gigantes.

El calor de este 2020 hizo aumentar la probabilidad de que surjan estos agujeros. Los incendios han hecho que suba notablemente la temperatura por toda Siberia, cuya nube de humo ha llegado incluso hasta Alaska. Las temperaturas subieron hasta 37,8 grados en junio, alarmando a los científicos y convirtiendo este año en el más caluroso registrado en Rusia hasta día de hoy. Todo ese combo debilitó el permafrost, haciéndolo susceptible a este tipo de acontecimientos.

Fuente: Clarín

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