CAPITAL FEDERAL - El accidente del avión de Ethiopian Airlines que dejó un saldo de 157 personas muertas durante el último domingo disparó nuevas alarmas en el ámbito de la aeronavegación mundial. La nave siniestrada era una Boeing 737 Max 8. Es el mismo modelo estrellado durante un accidente de la aerolínea Lion Air de Indonesia en octubre de 2018, en el cual murieron 189 personas. Los 737 Max comenzaron a volar en mayo de 2017 y en el caso de los accidentes se trataba de aeronaves recién salidas de fábrica.

Aerolíneas Argentinas tiene cinco Boeing 737 Max 8 operativos en su flota. Según supo Infobae, la aerolínea de bandera fue la primera compañía de la región en incorporar este tipo de aeronaves, todas entre 2017 y 2018.

El primer vuelo comercial de un Boeing 737 Max 8 de Aerolíneas se realizó el 5 de febrero de 2018 con un traslado a la ciudad de Neuquén. Desde entonces, los vuelos de los cinco aviones de ese modelo fueron utilizados para trayectos de cabotaje y diferentes destinos de la región. De acuerdo a la necesidad de programación, esos aviones realizan viajes hacia Brasil, Uruguay o Chile.  El aeropuerto más lejano al que suelen ir los Max 8 de Aerolíneas se encuentra en Punta Cana, República Dominicana.

El Boeing 737 Max 8 quedó bajo la lupa de los especialistas en las últimas horas por los dos accidentes que ocurrieron en menos de seis meses. Se sospecha que en ambos siniestros hubo fallas técnicas que precipitaron el desenlace fatal.

Hasta el momento, no se hizo público ningún peritaje oficial sobre lo sucedido con los aviones de Lion y de Ethiopian Airlines y tampoco hay evidencia de un vínculo directo entre las causas de los dos accidentes. Pese a ello,  China y otros países como Indonesia dieron de baja de sus operaciones a los aviones Boeing 737 Max . La decisión conmovió a la comunidad aeronáutica internacional. 

La Administración de Aviación Civil del gigante asiático confirmó que la suspensión de los vuelos de esas naves se debe a un proceso de investigación en curso sobre los controles y mecanismos "para garantizar efectivamente la seguridad de los vuelos".

Según informaron fuentes de la compañía, las autoridades de Aerolíneas Argentinas todavía no definieron cuál será el futuro de las cinco naves Boeing 737 Max 8. En principio, se formó un grupo de investigaciones para analizar el tema a fondo y tomar una determinación.

También se le solicitó desde Aerolíneas a Boeing un informe con precisiones sobre las operaciones de los vuelos de Lion y de Ethiopian. Hasta ahora, la breve respuesta recibida por parte de la compañía norteamericana es que "no se deben apresurar decisiones".

Durante este lunes, ejecutivos de la aerolínea nacional mantendrán reuniones para definir los pasos a seguir. Quien encendió las alarmas temprano fue el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien se comunicó con el presidente de Aerolíneas, Luis Malvido, para interesarse sobre la cuestión. Malvido le trasladó la explicación del fabricante y de distintos organismos que están involucrados en las investigaciones de los accidentes. 

Por otro lado, la aerolínea escandinava Norwegian Airlines publicó en la mañana de hoy, lunes, un comunicado en el que confirmó que todas sus unidades del Boeing 737 Max 8 continuarán con su funcionamiento habitual.

Dos accidentes, un modelo en la mira 

El 737 MAX 8 se precipitó a tierra apenas seis minutos después de despegar de Adís Abeba. Murieron 149 personas y ocho tripulantes.

Las condiciones son aparentemente similares a las ocurridas en la tragedia de Lion Air en octubre de 2018, cuando un 737 MAX 8 se estrelló 12 minutos después de despegar de Jakarta. También, el piloto denunció un problema técnico en el vuelo 610 y pidió permiso para retornar al aeropuerto, tras lo cual se perdió la comunicación.

Murieron 181 pasajeros y ocho tripulantes, en el accidente aéreo más grave en la historia de los aviones de la familia 737, cuyas primeras versiones se remontan a la década de 1960.

Las investigaciones de la tragedia de Lion Air también continúan, aunque un informe preliminar de las autoridades indonesias habla del fallo en los medidores de velocidad y altitud, y un presunto conflicto con el sistema automatizado MCAS, que inició maniobras de corrección de rumbo equivocadas, provocando un picado.

También se habló de fallas en el entrenamiento de las tripulaciones para utilizar los sistemas del avanzado avión, así como también de problemas en la comunicación y formación provista por Boeing sobre estos elementos.

A raíz de estos hechos, en noviembre de 2018 la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y la misma Boeing emitieron una directiva de emergencia a todos los usuarios de los 737 MAX sobre el peligro de lecturas erróneas en los sensores y los efectos en el MCAS, solicitando una revisión de los certificados y los procedimientos. 

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