A 70 años del bombardeo a Plaza de Mayo: el ataque que dejó más de 300 muertos
El bombardeo del 16 de junio de 1955, en el que aviones de la Marina y la Fuerza Aérea atacaron la Plaza de Mayo con el objetivo de asesinar al entonces presidente Juan Domingo Perón y provocar un golpe de Estado, dejó más de 300 muertos y marcó uno de los episodios más sangrientos de la historia argentina. En este marco, Tito Antunez, testigo del bombardeo y estudiante en aquella época, recordó el impactante momento en diálogo con "Buen Día Comodoro", por SETA TV.
El 16 de junio de 1955 marcó un momento decisivo en la historia de Argentina. Ese día, al mediodía, aviones pertenecientes a la Marina de Guerra llevaron a cabo un ataque aéreo sobre la Plaza de Mayo, epicentro del poder político del país. La ofensiva tenía como objetivo eliminar al presidente Juan Domingo Perón y forzar su destitución. El resultado fue devastador: al menos 310 personas perdieron la vida y cientos resultaron heridas, en su mayoría civiles.
En este marco, Tito Antunez, testigo del bombardeo y estudiante en aquella época, recordó el impactante momento en diálogo con "Buen Día Comodoro", por SETA TV
Cabe recordar que la planificación del ataque estuvo a cargo de sectores de la Armada junto con facciones de la Fuerza Aérea, con el apoyo de grupos opositores al régimen peronista. El bombardeo, inesperado y extremadamente violento, transformó un día común en una tragedia. La Plaza de Mayo, habitualmente transitada por trabajadores, empleados y peatones, se convirtió en una zona de guerra. También fueron blanco de ataques la Casa Rosada y otros puntos del centro de Buenos Aires.
A las 12:40 del mediodía comenzaron a caer las primeras bombas sobre la Plaza de Mayo. El propósito declarado de la acción era asesinar a Perón y concretar un golpe de Estado. Sin embargo, el mandatario había sido evacuado poco antes del inicio del ataque.

Durante cerca de tres horas, tanto desde el aire como desde tierra, la ofensiva continuó. El saldo fue dramático: más de 300 personas muertas y más de mil heridas, entre ellas empleados públicos, estudiantes, obreros y ciudadanos comunes que se encontraban en la plaza o en sus inmediaciones.
La operación fue organizada por sectores de la Armada Argentina, encabezados por el vicealmirante Benjamín Gargiulo y el capitán de navío Néstor Noriega, junto con miembros de la Fuerza Aérea y civiles opositores al gobierno. Participaron al menos 30 aviones, entre ellos aviones de combate y bombarderos, algunos con insignias tapadas para dificultar su identificación.

Otros, con el símbolo de la cruz católica por encima de una gran “V”, en alusión a la frase “Cristo vence”. El peronismo lo resignificó bajo la consigna “Perón vuelve”, cuando la militancia exigía el retorno de Perón del exilio.
Uno de los episodios más recordados es el bombardeo sobre un colectivo de la línea 306 que pasaba por la avenida Paseo Colón: todos sus pasajeros murieron.
EL TESTIMONIO DE TITO ALTUNEZ SOBRE EL BOMBARDEO EN PLAZA DE MAYO
En diálogo con “Buen Día Comodoro”, por SETA TV, Tito Altunez, recordó el momento del ataque. "Yo estaba presente no accidentalmente sino de rutina, porque yo era estudiante secundario del Colegio Nacional de Buenos Aires. ubicado en Bolívar, entre Moreno y Alsina, a una cuadra de Plaza de Mayo y El Cabildo", comenzó diciendo.
"Salíamos 12:30 , 12:45 del turno de la mañana, con un día lluvioso, nublado, una lluvia intermitente. Yo vivía a dos cuadras del colegio. Llego a casa, estaba almorzando con mi padre y mi madre y en eso escuchamos como un trueno. Yo digo jodiendo "eso para mí es una bomba". Al rato se escucharon otras más. Mi papá se acercó al balcón y vio pasar un montón de camionetas del Ejército a gran velocidad, la gente que corría"
"Un vecino de al lado, nos dice 'escuchamos en la radio que están bombardeando la Plaza de Mayo'", indicó. "Nosotros vivíamos en un segundo piso así que bajamos a la planta principal y fueron tres etapas de bombardeo. La primera 13:30 horas aproximadamente, la segunda a las 15 horas y la tercera a las 17 o 17:30. Después de ahí se fueron a Montevideo a asilarse los que bombardeaban la ciudad.
A la tarde, "entre las 16 horas, había un silencio, salimos con mi padre y mi primo hasta una esquina, donde esta el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires y en eso veo que vienen corriendo (la gente). Venían los bombardeos de nuevo. Caían como botellas de leche del cielo. Lloviznaba y en el cordón de la vereda, corría agua con sangre, de la gente que había caído con las bombas. ¿Ahora eso no es genocidio? se sabía en ese momento que el General Perón no estaba en la Casa de Gobierno y eran todos civiles"
En tanto, Antúnez recordó que su padre quedó pálido al observar cuerpos partidos por la mitad, torsos, piernas, cuerpos con guardapolvo blanco destrozados en la calle. "Y a eso como le podemos llamar? no es genocidio eso también? Una cosa es atacar entre militares en momento de una lucha y otra es tirarle al pueblo. Eso nadie lo recuerda, nadie dice nada", concluyó.
UN CONTEXTO DE FUERTE CONFLICTO POLÍTICO Y SOCIAL
A mediados de los años 50, la figura de Perón estaba cada vez más cuestionada por sectores de la Iglesia Católica, de la burguesía industrial, de las clases medias urbanas y parte de las Fuerzas Armadas. Aunque mantenía el apoyo del movimiento obrero y sindicatos, el clima político era tenso.
El conflicto con la Iglesia —que hasta entonces había sido aliada del peronismo— estalló ese año, cuando el Gobierno promovió leyes como el divorcio y la educación laica, entre otras medidas. El arzobispo de Buenos Aires, el nuncio apostólico y varios obispos habían criticado abiertamente al Gobierno.
Tras el fracaso del intento de golpe, el Gobierno decretó el estado de sitio y se ordenaron allanamientos, detenciones y cesantías en la Armada y sectores afines. El vicealmirante Gargiulo, uno de los líderes de la rebelión, se suicidó dos días después de los bombardeos, en la sede del Ministerio de la Marina.
Aunque el bombardeo del 16 de junio fracasó en su objetivo inmediato, fue el prólogo de lo que vendría tres meses después. El 16 de septiembre de 1955, una sublevación militar liderada por el general Eduardo Lonardi logró derrocar a Perón, quien partió al exilio en Paraguay y luego en España.
El nuevo régimen se autodenominó "Revolución Libertadora" y prohibió el peronismo, intervino sindicatos, persiguió militantes y derogó la Constitución de 1949.
Con información de BAE
