¿Por qué lo anotó?: el nombre de Juan Román Riquelme apareció en un papel tras la muerte de su padre
Oscar Raúl Lemos falleció el 27 de mayo y su familia encontró entre sus pertenencias un papel doblado con el nombre de Juan Román Riquelme. Su hija, Lorena Lemos Quazzolo, habló con ADNSUR y compartió la historia de un fanático de Boca, de palabra y de familia.
Oscar Raúl Lemos nació el 2 de julio de 1943 en el barrio de Flores. Hijo de Oscar Demetrio Lemos, fanático de Boca “hasta la médula”, heredó de él no solo el nombre, sino también la pasión xeneize. Justamente por ese motivo, y para diferenciarlos, a él siempre le dijeron “El Nene”, aunque con los años el apodo ya no le hiciera justicia.
“El Nene” fue muchas cosas en su vida: heladero, zapatero, trabajador incansable, y finalmente idóneo en turismo, profesión con la que se jubiló. También fue esposo, padre y compañero. Y en todo eso dejó huellas. Hace apenas unos días, el 27 de mayo, falleció después de atravesar un largo deterioro de salud. Tenía 81 años.
“Papá se cayó por la escalera del edificio en enero de 2024. Vivía en ese departamento de Flores desde hacía 46 años. Ahí llegamos con mi mamá Alicia —o Moni, como le decía él— cuando yo tenía un año. Ahí también nació mi hermano Gonzalo”, cuenta su hija, Lorena Lemos Quazzolo, en diálogo con ADNSUR.
Después de la caída, Oscar fue operado y aunque la intervención salió bien, no volvió a ser el mismo. Pasó por distintos sanatorios y clínicas durante un año y medio. “Mi mamá durmió con él en las primeras internaciones, seis meses enteros. Después siguió acompañándolo cada día, con sus achaques, su falla renal y el deterioro cognitivo que se iba profundizando. Ya sufría, pero hasta el último día le decíamos que Boca había ganado, para que si nos escuchaba, estuviera contento”, recuerda Lorena.
Y entre todos esos momentos duros, un hallazgo reciente les devolvió una emoción inesperada. Al revisar su billetera, encontraron un papel doblado con un solo nombre escrito: Juan Román Riquelme.
“Papá solía anotar las cosas que no quería olvidar: números de teléfono, alguna dirección, frases sueltas, hasta los números que alguna vez jugaba en la quiniela. Ya hacía mucho que no jugaba, pero los seguía anotando igual. Ese papel con el nombre de Riquelme lo tenía bien guardado, prolijo, como algo que no quería perder”, dice Lorena.
“Creemos que quería asegurarse de no olvidarlo. No sabemos si era por su juego, por lo que representa como símbolo de Boca, o si tenía algún recuerdo específico, pero lo había escrito. Y encontrarlo fue muy fuerte para nosotros”, confiesa.
Lorena, que nació en pleno Mundial 78 y su hermano Gonzalo en el 86 (“Para el último ya estaba grande, si no, calculo que pensaba en otro hijo para acompañar el campeonato”, bromea), quiere hacer llegar esta historia a quien inspiró ese gesto de memoria de su padre.
“Me haría muy feliz si esto llega a Román. Supongo que a papá también. No sé qué vínculo exacto lo unía a él, pero evidentemente era importante. Se ve que papá también era de Riquelme”, dice con ternura.
“Papá fue siempre un buen padre. Un gran compañero. Un hombre de palabra. Siempre nos dijo que lo mejor que nos iba a dejar era eso: tener palabra y ser honestos. Nunca nos dejó de recibir en su casa. Desde la pandemia, agradecía cada cosa que hacíamos por él. Y hasta sus últimos días, completaba los refranes que le tirábamos, como una forma de seguir en contacto”, recuerda Lorena.
Hay más en la historia: Oscar hablaba con orgullo del Papa Francisco, mostraba un rosario que tenía de él, y cuando la salud empeoró, la familia iba todos los días a la casa de la niñez de Jorge Bergoglio, en Flores, a pedirle ayuda. “Papá era de Flores, del Papa y de Boca”, resume su hija. “Y parece que también era de Riquelme”.
Hoy, a modo de homenaje, Lorena decidió hacer público el hallazgo. No hay pedidos, ni reclamos, ni intenciones ocultas. Solo el deseo de que esa hoja doblada, esa memoria escrita con tinta y corazón, encuentre un puente con quien la inspiró.
¿Cómo podés ayudar? Si esta historia llegó hasta vos o conocés a alguien que pueda hacérsela llegar a Juan Román Riquelme, compartila. Es el deseo de una hija que quiere rendir tributo a su papá, Oscar Raúl Lemos, con un gesto que lo honre como lo que fue: un hombre simple, de valores, que eligió no olvidar a quien admiraba.
