COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Roberto Avilés, enfermero del Hospital de Gastre y pastor de la Iglesia Evangélica Unión Pentecostal con sede en la localidad, manifestó, como referente social, la necesidad de que la región de la Meseta del Chubut pueda decidir acerca de su forma de desarrollo. En este sentido valoró las manifestaciones que se realizaron la semana pasada con la participación en las calles de vecinos que rechazaron las imposiciones provenientes de las localidades más pobladas y desarrolladas de la provincia.

Avilés, oriundo de El Bolsón, llegó a Gastre en 2010. A su ejercicio como enfermero le añadió, hace dos años, la conducción de la Iglesia que tiene como referencia regional a la localidad rionegrina de Ingeniero Jacobacci. Su actividad en Gastre lo llevó, además, a ser presidente de la Cooperativa, en el año 2016.  

En el contexto de las restricciones impuestas para prevenir el contagio del coronavirus, Avilés dijo que en este tiempo ninguna de las tres iglesias evangélicas que funcionan en Gastre pudo realizar la contención espiritual que hacen habitualmente para quienes “están afligidos”.

Así, como enfermero, pastor y ex presidente de la Cooperativa, mencionó las variadas carencias que tiene la región, en cuanto a servicios, infraestructura, oportunidades de trabajo, y alternativas de actividades extraescolares para los más chicos, entre otros aspectos.

Por eso, no ocultó su acuerdo con los reclamos que hace pocos días coparon las calles de Gan Gan, de la misma Gastre y de otras localidades aledañas. 

“Desde que llegué siempre me había llamado la atención que Gastre era un pueblo tan callado. Había decisiones más de las localidades vecinas que de Gastre, a pesar de sus necesidades”, dijo Avilés. Como ex presidente de la Cooperativa dijo que son evidentes las “falencias en la energía eléctrica”, pese a lo cual “el acompañamiento del pueblo y a nivel provincial era muy poco”.

Como enfermero, explicó que “hospitales como Gan Gan están sin gas, no tenemos una ruta asfaltada, hay rutas de tierra. Desde el hospital tenés que salir por una urgencia y no vas a llegar al destino. Las rutas son un desastre. Fácil debe hacer 4 o 5 años que las máquinas no están en las rutas. En las rutas 25 o 40 está lleno de máquinas, pero para este lado no hay nada”.

“Muy poco visitado”

“Somos el ultimo pueblo de la provincia del Chubut, al norte. Es un pueblo muy poco visitado por los poderes. No les interesa mucho porque al ser un pueblo tan chico, con unas 280 viviendas, con unos 750 habitantes -sumándole la zona rural con gente mayormente anciana, porque jóvenes no quedan- llegamos a unos 1.300; y en cantidad de votos es insignificante”, definió.

En este sentido dijo que la manifestación de hace pocos días “es lo que se tendría que haber hecho desde un principio: que el pueblo tome las decisiones”, porque “cada municipio, comuna, comisión de fomento, es dueña de decidir qué necesita y qué quiere para su futuro”.

“No puede decidir por nosotros una comunidad que está a 400 o 500 kilómetros, porque las necesidades son distintas entre las regiones. Telsen, Gan Gan, y Gastre son pueblos que tienen aldeas con necesidades básicas para satisfacer; y hay que salir del letargo en el que se encuentran”, agregó.

Sin alternativas

Padre de dos niñas, una de 8 años y otra de un año y 9 meses, afirmó Avilés que en el pueblo “hay muchas más criaturas como las mías que en el colegio no tienen inglés, no hay escuela de danza; hay un montón de chicos que tienen el don de la música y faltan actividades que son esenciales para ellos. Hay otros a los que les gusta el patín, y no hay dónde ir, ni tenemos profesor”.

“En otros lugares esas posibilidades las tienen”, enfatizó, y puso como ejemplo que su propia hija de 8 años “tiene una expresión corporal importante, tiene deseo de la danza, y no la puede canalizar”.

En consonancia, “el nivel educativo es muy bajo, y los chicos llegan a las ciudades y no progresan porque no pueden acoplarse al nivel de estudios”.

Estas mismas carencias son las que se evidencian, dijo, a nivel productivo. Y recordó que “en 2011 con la ceniza los campos quedaron vacíos. Hoy para hacer una buena producción ganadera, se necesita una enorme inversión. Y a nivel Gobierno, Nación y Provincia nadie va a venir a poner un peso para que alguna persona ponga un establecimiento”.

A caballo

En cuanto a las inversiones puso como ejemplo que “el servicio de Internet lo tenemos gracias a una persona que es Carlos Montenegro, que hace muchos sacrificios, trabajando con muchos metros de nieve; y se merece un acompañamiento no solo de los pobladores que reciben la señal, sino de los gobiernos”.

“Acá hay que andar a caballo, no hay 4x4 ni tecnología de punta. ¿Qué nos pueden venir a decir desde Madryn, Trelew, Esquel o Rawson donde tienen vehículos y tecnología?”, se preguntó.

“Va a ser otra la historia”

Por eso, dijo, “duele cuando uno escucha desde Puerto Madryn que le dicen no a la mina”. Con ese criterio, afirmó: “Nosotros tendríamos que ir a Madryn a decirles no a las ballenas, o no a Aluar. O a la Cordillera a decirle no al turismo. Esquel está a 300 kilómetros de acá. Es entrar en mezquindad. ¿En qué les afecta a ellos que Gastre crezca?”.

“La verdad es que hay que felicitar a la gente de Gastre porque tomó las manceras del arado, y a partir de ahora va a ser otra la historia. Se va a acabar la historia del miedo, del letargo. Es gente que tiene mucho respeto. Pero por ese respeto se confundieron muchos e hicieron que se espere de otras personas que algo cambie”, sostuvo.

Avilés dijo que la pregunta de la gente de la zona “es por qué no pueden decidir. ¿Por qué en otros lugares se hace una manifestación y las autoridades responden?”.

“Necesidades reales, no por interés”

Agregó que, si bien como pastor “a la gente la voy a llevar siempre por el camino de la paz, del diálogo, a que no haya bronca”, reconoció que, con las carencias que existen y en el actual invierno, con nevadas que complican más la vida cotidiana, “las campañas de caridad no me agradan”.

“Es una obligación atender las necesidades, pero las necesidades reales, no por interés”, y graficó: “Yo no puedo salir a entregar ropa o mercadería porque quiero ser el pastor número 1 de Gastre. No puedo estar saliendo a todos los lugares que pueda llevando cosas que a veces las familias no necesitan, sino que necesitan otras cosas”.

Por eso, dijo “la política tendría actuar de otra forma: si quiero postularme, tengo que fijarme cómo están los caminos, entregar servicios; no entregar mercadería, leña, ropa, para que siga igual. Necesitamos producir para tener, no el asistencialismo”.

“Nosotros estamos por la verdad y la justicia, y si esto se lo tengo que decir al Presidente de la República se lo voy a decir. Vamos a luchar por lo que todo Dios nos dejó y podemos usar”, concluyó.

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