La conmovedora historia del vendedor de cubanitos que quisieron desalojar en el centro
No tiene trabajo y asegura que tiene que comprarle comida y pañales a su hijos. "Vivo en una casa sin calefacción en el Stella Maris y a veces tenemos que dormir en el auto bien tapados", dijo. El jueves, gracias al apoyo de quienes pasaban por el centro, logró que agentes municipales y policías desistieran de desalojarlo.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – En la tarde del jueves un joven instaló su puesto de cubanitos en el centro de la ciudad y agentes municipales intentaron desalojarlo. Sin embargo, no pudieron hacerlo ante la oposición de la gente que se encontraba en el lugar.
Roberto tiene 26 años, instaló su puesto de cubanitos en la calle San Martín entre Mitre y 25 de Mayo, pero dos inspectores municipales del área Habilitaciones lo multaron y quisieron sacarlo del lugar. También se acercaron dos policías pero el joven les rogaba, entre bronca y llanto, que no lo desalojaran porque tenía una familia que mantener.
A través de redes sociales también se viralizó su foto, en la que Luis Gallardo, un vecino de la ciudad destacó: “Tuve el placer de conocer a Roberto, la policía lo quiso sacar de su puesto, a pesar de que se la rebusca, ya que está sin laburo y tiene hijos”.
La gente que pasaba por el lugar comenzó a defenderlo y él gritaba: “No tengo trabajo fijo y vendo para darles de comer a mis hijos”. Mientras que los vecinos manifestaron: “Déjenlo trabajar, se está ganando la vida”.
A lo que el joven les explicó y suplicó: “Ustedes tienen trabajo, están cómodos en sus hogares, yo no; fui a la Municipalidad para que me otorguen un permiso y me dijeron que a los porteños no les damos trabajo; no soy porteño, me vine de Bahía Blanca con mi mujer y dos hijos chiquitos a quienes tengo que darles de comer” señaló.
Y, entre lágrimas y desesperación, dijo: “Tengo que darle de comer y comprarle pañales a mis hijos, vivo en una casa sin calefacción en el Stella Maris y a veces tenemos que dormir en el auto bien tapados, ese auto que ven ahí, con mis hijitos adentro”, mientras señalaba un auto viejo estacionado enfrente del puesto, lugar al que debió cruzarse para buscar los documentos que le pedían los policías, así lo señaló Crónica.
La gente se fue juntando y salieron en defensa del joven vendedor de cubanitos, y lograron que los efectivos policiales se retiraran y los inspectores subieran a su auto tras entregarle una multa.