“Hay alojamientos que están sacando créditos para pagar la luz y el gas”: el turismo invernal se desploma en una ciudad de la Patagonia
Con menos del 12% de ocupación proyectada, El Bolsón atraviesa una temporada crítica. La falta de reservas, la nula promoción del destino y la fragilidad del ecosistema turístico encendieron todas las alarmas. “Sin turismo, la economía comarcal se apaga”, advierten desde la Cámara.

En El Bolsón, corazón turístico de la Comarca Andina, la temporada invernal 2025 comenzó con números que prenden todas las alarmas. Según un informe de la Cámara de Turismo local, la ocupación promedio proyectada para julio y agosto no supera el 12%. Aún en pleno receso escolar, las reservas no levantan cabeza. El impacto económico ya se siente en toda la cadena turística, y la incertidumbre crece.
“Estamos muy preocupados. El Bolsón es una ciudad donde la generación de empleo depende en gran medida del turismo”, resume Diego Cordero, presidente de la Cámara de Turismo de El Bolsón. “Tenemos alojamientos que están sacando crédito para pagar los servicios de luz y gas. Sin turismo, los restaurantes no trabajan, los remises no tienen pasajeros, y los alojamientos no contratan personal. Es una cadena que si se rompe afecta a toda la población”.
Un invierno con la economía congelada
El informe —basado en 35 establecimientos, mayoritariamente cabañas de gestión familiar— muestra que incluso durante las semanas tradicionalmente fuertes del invierno, los niveles de ocupación siguen siendo muy bajos. En la segunda quincena de julio, apenas se proyecta un 10,31% promedio, y el pico más alto tan siquiera roza el 11,85% en agosto. Números devastadores para el sector.
La situación se agrava por la falta de promoción del destino, un reclamo reiterado por los prestadores. “Esto quedó en evidencia el verano pasado, cuando se nos cortó la temporada a la mitad por el incendio. Las consecuencias las estamos viviendo hoy”, insiste Cordero. “La falta de promoción local hace inviable que las familias puedan sostener sus emprendimientos”.
Aislados
La mayoría de los establecimientos encuestados cuenta con menos de 20 camas. Se trata de un ecosistema turístico pequeño, que depende del turismo interno y del flujo nacional. Muchos operadores aseguran que, pese a estar presentes en plataformas y redes sociales, no logran convertir esas herramientas en reservas.
Desde la Cámara, vienen impulsando acuerdos de colaboración con Coopetel y el cerro Perito Moreno, además de generar contenido propio de promoción. Pero Cordero es claro: “Todo esto son paliativos. Nunca vamos a poder cubrir la falta de promoción institucional”.
Mirada a futuro: una apuesta incierta
Pese al panorama sombrío del invierno, hay cierta esperanza en lo que viene. “La mirada hacia el verano es positiva, con la implementación de ATUR (Agencia de Turismo de Río Negro). Nos va a permitir contar con herramientas de promoción y desarrollo que hoy no tenemos”, sostiene el presidente de la Cámara de Turismo de El Bolsón. El modelo de gestión mixto público-privado aparece como una salida posible, pero a mediano plazo.
Hoy, en cambio, la temporada invernal transcurre con alojamientos vacíos, baja rotación económica y prestadores teniendo que endeudarse, rozando el límite financiero. La postal es alarmante: una ciudad que vive del turismo, enfrentando el invierno más difícil de los últimos años. Y no, precisamente, por las bajas temperaturas.
