El viaje de vacaciones demanda preparativos previos que conviene tener en cuenta antes de lanzarse a la ruta. Una vez resuelto el tema del alojamiento en el destino elegido, con todas las complicaciones de los tiempos pandémicos, hay que tener en cuenta el transporte. Si viajás en tu propio auto, conviene hacer con tiempo la Revisión Técnica Obligatoria: no se trata sólo de evitar una multa, sino de asegurarte que el vehículo realmente esté en condiciones seguras para salir a la ruta. Aquí, una guía rápida para prever el presupuesto necesario.

Desde Pergal, uno de los dos talleres que en Comodoro Rivadavia brindan el servicio que dispone de la ley nacional 24.449, Oscar Do Brito comentó ante la consulta de ADNSUR que el valor de la inspección técnica hoy es de 3.000 pesos para vehículos particulares.

“El certificado que se entrega es el de Revisión Técnica Obligatoria (RTO), no hay que confundir con VTV (Verificación Técnica Vehicular) que es lo que se entrega en la provincia de Buenos Aires -aclaró-. Nosotros entregamos el certificado que habilita para la circulación en las rutas de todo el país ”. 

Los vehículos son sometidos a distintos test para evaluar la aptitud de circulación.
Los vehículos son sometidos a distintos test para evaluar la aptitud de circulación.

El primer paso para iniciar las vacaciones, en caso de que tu vehículo no sea cero kilómetro ni esté dentro de los tres años de gracia, es verificar si contás con el certificado vigente. A partir del tercer año de antigüedad, se otorga con duración de dos años, pero después del séptimo año, la revisión tiene que realizar en forma anual. 

Prever con tiempo, ante la gran demanda

Un primer aspecto a tener en cuenta es hacerse el tiempo suficiente. En esta época la demanda crece, porque quienes van a viajar con su vehículo se apresuran a contar con la revisión que los habilite a salir a las rutas y evitar inconvenientes. 

“Entre marzo y septiembre, hacemos 6 controles por día. Después empieza a subir y entre diciembre y enero, tenemos unos 60 vehículos diarios”, precisó Do Brito, dando una idea del crecimiento de la demanda en esta época del año. 

Laura Pavlov, desde Revitrans, el otro taller que brinda el servicio en la ciudad, coincide en detacar que la mayor demanda se concentra en esta época del año y mencionó especialmente el mes de diciembre:

“Hubo mucho movimiento antes de las fiestas -describió-, tal vez porque el año pasado la gente no podía salir y este año estuvo un poco más liberado, aunque ahora estamos de nuevo con el problema del Covid”.

La imagen habitual de las filas a la espera de la RTO se repite especialmente en verano.
La imagen habitual de las filas a la espera de la RTO se repite especialmente en verano.

El valor en este taller también es de 3.000 pesos para vehículos de uso particular y la responsable describió que en esta época de mayor demanda, se atienden entre 70 y 80 unidades por día, incluyendo además a la flota de empresas, tanto camionetas como camiones. 

Vale insistir en una idea: no es tan importante evitar una multa, que suele ser costosa, sino reducir los riesgos del vehículo. La gran cantidad de muertes que siguen produciéndose en accidentes de tránsito, en distintos puntos del país y en la región, reflejan graves falencias, tanto en las formas de conducción como en el mal estado de las rutas. Si se pueden tomar precauciones sobre el estado del vehículo, entonces, se puede contribuir a no incrementar esa dolorosa estadística. ¿Para qué dar más ventajas a la fatalidad?

“Lo primero que se controla es la alineación del vehículo, el estado general del tren delantero, rótulas, caja de dirección y potencia de frenado -comentó Do Brito-. El sistema hace un análisis, rueda por rueda, para verificar que haya un frenado parejo”.

Además, se realiza un control sobre los gases de escape, para verificar la cantidad de monóxido de carbono emitida a la atmósfera. Y se determina el correcto funcionamiento del sistema de seguridad activa, como el estado de los cinturones inerciales.

 Si hay fallas para reparar, el certificado se otorga en forma condicional, por 60 días, lapso en el que podés hacer los arreglos necesarios en el vehículo para volver a realizar la revisión. En ese caso, desde Pergal aclaran que no se cobra por segunda vez la revisión. 

Sin vidrios polarizados

Otro detalle a tener en cuenta es que si tenés vidrios polarizados, el certificado se otorga también de forma condicional. 

“Ningún vehículo sale de fábrica con vidrios polarizados, en algún caso puede que al comprarlo el cliente lo pida a la concesionaria, pero ese es un agregado y no algo original de fábrica -explicó Do Brito-. Nosotros a vehículos polarizados les damos el certificado condicional y ellos ven qué quieren hacer”.

La explicación es porque en algunos casos, las personas se niegan a retirar el papel film que oscurece los vidrios y salen a la ruta de todos modos, con el certificado condicional. “Muchos se arriesgan y explican al gendarme que los para en la ruta, para controlar, que tienen el turno para dentro de dos semanas, al volver de viaje… Es una cuestión de suerte, o de que quien te haga el control te crea o no”, contó Do Brito. 

Más allá de que cada uno sabe a qué se arriesga, vale repasar por qué el vidrio polarizado está prohibido, ya que se trata de una medida de seguridad, en tanto su uso puede agravar la situación en casos de accidentes:

Los vehículos con vidrios polarizados sólo obtienen un certificado condicional, por 60 días. Foto: Los Andes.
Los vehículos con vidrios polarizados sólo obtienen un certificado condicional, por 60 días. Foto: Los Andes.

Según indica la normativa nacional, “los vidrios son elementos de seguridad, pues los laterales están hechos para romperse sin producir daños y permitir la salida de emergencia. Y el parabrisas está fabricado para que al romperse no se desprendan pedazos afilados que causen daño. Los film polarizados impiden la rotura deseada del vidrio para casos de emergencia y dificulta o imposibilita salir en caso de emergencia. Las calcomanías y film adhesivos dificultan la visibilidad del conductor, sobre todo en condiciones adversas como ser de noche y con lluvia o niebla”.

Similar prevención se aplica a los paragolpes: “no se admiten defensas (seguridad) y a los escapes (contaminación sonora) como tampoco se admite alterar el sistema de escape y silenciador, ni dirección o suspensión: esto afecta a los vehículos ‘personalizados’ (tunning). No se permite el agregado de defensas, uñas, cáncamos, ganchos, enganches etc. que sobresalgan por encima o delante del paragolpes”.

El costo de las reparaciones

Es difícil hacer un presupuesto completo, pero será de utilidad tener en cuenta algunos precios. Ya dijimos que la Revisión Técnica Obligatoria está en 3.000 pesos. ¿Qué pasa si tenés que hacer reparaciones importantes, sobre todo pensando en viajar?

Veamos algunos ejemplos. Un tren delantero completo, suponiendo que el vehículo está en muy mal estado, arranca en valores cercanos a los 12.000 a 15.000 pesos sólo en mano de obra, para un auto chico. En ese caso hay que sumar los repuestos, que si hablamos de todo el tren, habrá que multiplicar por dos o por tres veces la mano de obra, según contaron desde una firma de primera línea en el rubro.

No siempre el estado es tan malo, si más o menos fuiste haciendo algunos trabajitos de mantenimiento previos. En algunos casos, puede que sólo haya que cambiar una rótula, o un extremo de dirección o un amortiguador, por lo que el costo puede calcularse, para un vehículo chico, a partir de los 4.000 pesos. 

El tren delantero es uno de los puntos centrales de la revisión.
El tren delantero es uno de los puntos centrales de la revisión.

En materia de cubiertas, siguen las mismas complicaciones que habíamos descripto en este informe anterior, con muchos problemas para conseguir determinadas medidas o marcas. Y cuando las conseguís, el problema es el costo.

“En camionetas, para llanta 18 el promedio de una goma es de 60.000 pesos -contó un referente del sector-. En autos, llantas 14 a 16, podés arrancar en los 20.000 pesos por goma, hasta los 35.000 ó 45.000 pesos. El alta gama, estás pisando los 80 ó 90.000 pesos”. 

Vale insistir: salir a la ruta con gomas en buen estado o totalmente lisas puede marcar la diferencia entre ‘agarrarte’ al pavimento al doblar en una curva o seguir de largo. Frente a esa opción, las reparaciones para tener mayor seguridad, no tienen precio. 

¿Y el cambio de aceite? Mejor salir con lubricantes y filtros nuevos, sobre todo si estás cerca del service y el viaje previsto es largo. Un 'service' con aceite sintético para un motor medio puede oscilar los 12.000 y los 16.000 pesos, así es que conviene también tener en cuenta estos detalles con tiempo, antes de que algún dolor de cabeza te sorprenda en la ruta. 
 

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