Una de las recomendaciones es usar medias, de algunos centímetros más altas que la altura del talón o que no roce con el filo de la zapatilla.

Para hablar sencillo, las ampollas son pequeñas bolsas de líquido que se forman en las capas superiores de la piel. La mayor parte de las veces aparecen por un mal uso de zapatillas, ya sea porque son demasiado grandes y tienden a causar fricción entre el pie y el calzado, o porque someten al pie a una presión excesiva.

Otra de las razones son la humedad y el calor. En épocas calurosas son más frecuentes, ya que al aumentar la sudoración se crea un medio más húmedo que favorece la “maceración” y debilita la piel contribuyendo a su aparición.

En ambos casos hay que destacar la importancia de las medias que usamos.

Una media que mantenga la humedad o que tenga costuras en las zonas de presión puede ser la culpable. Es importante usar medias que mantengan el pie fresco, evacuando el sudor y la humedad y que no tengan costuras cuyo relieve pueda facilitar la creación de la ampolla por roce.

El podólogo del Real Madrid y experto en biomecánica, Víctor Alfaro, del portal podoactiva.com, a medida de prevención contra las ampollas recomienda lo siguiente:

1. Uso de zapatilla correcta

La zapatilla tiene que ser de la medida justa, no debe presionar el pie ni dejarlo suelto. Es muy importante probar las zapatillas nuevas en distancias cortas. De esta manera, se puede ir apreciando cualquier signo de alarma como el enrojecimiento o el dolor puesto que la ampolla no aparece de inmediato.

2. Hidratar los pies

Es muy importante tener hidratados los pies. Para ello, recomienda utilizar una crema específica para corredores de forma habitual ya que la piel de los pies es hasta 40 veces más gruesa que la mejilla. Su uso regular ayudará a mantener una correcta hidratación de los pies.

3. Uso de vaselina

Se recomienda utilizar vaselina en las zonas de mayor riesgo de generación de ampollas como son el talón y zona dorsal y lateral de los dedos. Muchos corredores también aplican un poco de vaselina por encima de la media para aminorar la fricción entre la zapatilla y el pie.

4. Proteger las zonas más sensibles

Si ya se han tenido ampollas en los pies con anterioridad aconsejamos proteger las zonas donde ya se han tenido previamente. Un truco es usar un poco de “piel artificial” sujeta con un esparadrapo en estos puntos más delicados.

Fuente: elcomercio.pe • Fotos: infobae.com, ritmoparana.com

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