El Gobierno aumentará los subsidios energéticos para mantener casi congeladas las tarifas de gas y luz en invierno
Las tarifas de mayo solo subirán entre un 2% y un 3% en promedio, a pesar del fuerte incremento en los precios mayoristas. El Estado absorberá la diferencia con más fondos para subsidiar el sistema.
El Gobierno nacional mantendrá casi sin cambios las tarifas de gas y electricidad durante el invierno. La decisión implicará un aumento de los subsidios estatales, ya que los costos mayoristas del sistema energético registraron subas significativas que no serán trasladadas a los usuarios.
Según lo informado este martes, los ajustes tarifarios para el mes de mayo serán del 2,5% promedio en gas y del 2,3% en electricidad. Esto contrasta con el incremento en los valores mayoristas. En el caso del gas, el precio al punto de ingreso al sistema de transporte (PIST) se mantendrá en 3,1 dólares por millón de BTU, cuando debería subir a 5,1 dólares para cubrir los costos del Plan Gas y las importaciones de GNL.
En electricidad, el Precio Estabilizado de la Energía pasó de 61.500 a 85.500 pesos por megavatio hora, lo que representa un aumento cercano al 40%. Sin embargo, el Gobierno solo autorizó una suba promedio del 2,3% en los cuadros tarifarios, por lo que la diferencia será cubierta con más aportes estatales a Cammesa.
Las autoridades justificaron la medida como una estrategia para evitar aumentos bruscos en medio del período de mayor consumo residencial y en un contexto de inflación elevada. También señalaron que ya se encuentra en marcha la Revisión Quinquenal Tarifaria, aunque se aplicará en varias etapas y tendrá un impacto limitado.
De acuerdo con proyecciones de la consultora Economía & Energía, los subsidios podrían reducirse alrededor de un 30% en 2025 si se mantiene un esquema de aumentos graduales. Sin embargo, advirtieron que ese escenario depende del tipo de cambio. “Cada 10% de suba en el dólar oficial implica un aumento de 233 millones de dólares en subsidios”, indicaron.
Los combustibles pisados
En paralelo, el Gobierno busca utilizar otras herramientas para contener la inflación. Una de ellas es la baja del precio de los combustibles, decidida por YPF para el 1 de mayo. La petrolera anunció una reducción del 4% en naftas, en línea con la baja del precio internacional del crudo Brent, que retrocedió a un promedio de 64 dólares por barril.
El CEO de YPF, Horacio Marín, había declarado semanas atrás: “Cuando baje el barril, vamos a bajar la nafta. Cuando suba, la vamos a subir”. A esto se sumó la decisión oficial de congelar los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que acumulan un atraso estimado en 200 pesos por litro.
Fuentes del sector señalaron que la medida genera una pérdida fiscal cercana a los 200 millones de dólares mensuales, en un momento en que el Gobierno busca cumplir compromisos de superávit primario con el Fondo Monetario Internacional.
