El fin de las mantas oleofílicas en 2024: entre el fin de un monopolio y el riesgo ambiental
La eliminación de la obligatoriedad de las mantas oleofílicas en la industria petrolera genera controversia. Un informe reciente señala un aumento de derrames, mientras que el gobierno provincial defiende la medida en el marco de su política energética.
La Resolución 159/2024, emitida por la Secretaría de Ambiente de Neuquén, derogó en octubre la obligatoriedad de utilizar mantas oleofílicas en las locaciones petroleras, establecida desde 2014. Este cambio permite a las empresas adoptar métodos alternativos para contener derrames, como biomantas, bandejas colectoras o membranas protectoras. Sin embargo, dos meses después, un informe encargado por la empresa Enviromental Service, proveedora del producto, advierte sobre un incremento en los derrames de hidrocarburos y lodos de perforación.
El documento, respaldado por fotografías, señala al menos siete derrames pequeños y medianos en locaciones petroleras de la provincia. Según el informe, en varios casos los sistemas alternativos, como las bandejas metálicas, han mostrado ineficiencia al desbordarse con residuos contaminantes.
Los argumentos detrás del cambio
El gobierno de Rolando Figueroa justificó la medida como parte de una política orientada a reducir las regulaciones que considera obstáculos para el desarrollo del sector hidrocarburífero. Fuentes oficiales argumentaron que la obligatoriedad de las mantas respondía a un "negocio" que beneficiaba a una sola empresa desde 2014, cuando se instauró la normativa. La eliminación, según estas fuentes, busca diversificar las opciones de manejo ambiental y mejorar la competitividad en Vaca Muerta.
Además, el gobierno trasladó la Secretaría de Ambiente a la órbita de Energía, con el objetivo de unificar criterios en la gestión del sector. La administración provincial también defendió la creación de un registro de contaminadores como mecanismo de control adicional.
La postura del gremio
Desde el ámbito sindical, el titular del gremio petrolero, Marcelo Rucci, cuestionó la medida, advirtiendo que podría significar un retorno a prácticas previas a 2014, cuando los derrames eran tapados con tierra y no se informaban. Este temor se suma al incumplimiento de la Ley Provincial N° 2666, que obliga a prevenir la fuga de lodos de perforación, según lo señalado en el informe presentado por la empresa que impugnó la resolución.
Con información del diario Río Negro, redactado y editado por un periodista de adnsur.
