Crisis en NRG: la compañía ratifica 181 despidos y reclama medidas para proteger las áreas de cercanía
La empresa atraviesa un escenario complejo debido a la caída en su producción y a la competencia de arenas provenientes de otras regiones.
NRG Argentina ratificó los 181 despidos anunciados la semana pasada en su planta ubicada en Allen, Río Negro. A pesar de las reuniones sostenidas con los gremios de Petroleros y Camioneros, y los gobiernos de Río Negro y Neuquén, la compañía no retrocedió en su decisión, justificando la medida como parte de una reestructuración integral ante una severa caída en su actividad.
En los últimos días, trabajadores desafectados comenzaron a recibir los telegramas de despido. Según la empresa, los problemas principales incluyen la disminución drástica de la facturación, el incumplimiento de compromisos de compra por parte de operadoras y la sustitución de arenas de cercanía por arenas provenientes de Entre Ríos. NRG debería gestionar al menos 1.500.000 toneladas anuales para operar en equilibrio, pero en 2024 apenas alcanzará las 600.000 toneladas.
El conflicto tuvo respuestas dispares en los gobiernos provinciales. En Río Negro, el gobernador se realizó un seguimiento cercano. Autoridades como el ministro de Gobierno, Trabajo y Turismo, Fabián Gatti, y la secretaria de Energía y Ambiente, Andrea Confini, participaron en reuniones con representantes de NRG y los gremios.
“Defender el empleo y garantizar la regularidad laboral en el sector es una prioridad”, afirmó Gatti. Según el ministro, se busca mantener un diálogo abierto con todos los actores vinculados al sistema hidrocarburífero.
Por otro lado, en Neuquén, la participación fue más bien limitada. Aunque cerca de la mitad de los trabajadores despedidos residen en esa provincia, el gobierno local designó a un solo interlocutor para las reuniones con la empresa, lo que ha generado críticas en el ámbito gremial.
El mercado de arenas de fractura, vital para la industria hidrocarburífera, atraviesa una transformación. NRG señala que la falta de protección a las arenas de cercanía amenaza la viabilidad de proyectos como el suyo, que se sustentan en el suministro local de este insumo. Las arenas importadas desde Entre Ríos, aunque más costosas en logística, han ganado preferencia entre las operadoras.
Tras la reestructuración, NRG planea reducir su operación anual a unas 900.000 toneladas, pero la sostenibilidad de esta proyección dependerá de medidas que impulsen la competitividad de las arenas regionales. La compañía insiste en que el acompañamiento gubernamental será clave para estabilizar el sector.
